En la huella del cine chileno: Un film que no tuvo director: «El Hombre de Acero», 1917
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El 4 de agosto de 1917 se estrenó la primera película en que tomara parte Pedro Sienna, poeta, escritor y actor teatral. Cuando se le consultó sobre quién había dirigido esta película, declaró que en ella prácticamente nadie actuó como director y que en su realización todos habían colaborado con muy buena voluntad para que “El Hombre de Acero”, que era el título de film, resultara una buena película. Todos los participantes tenían experiencia teatral y eso permitió que cada cual aportara alguna idea que, por lo general, era aceptada.

El Hombre de Acero” tuvo como intérpretes a Pedro Sienna, Jorge Délano, Isidora Reyé, Rafael Frontaura, Nemesio Martínez, Alfredo Torricelli, Juan Riera y Emma Padovani. El argumento lo escribió Carlos Cariola, en colaboración con Frontaura, y la parte técnica estuvo a cargo de Salvador Giambastiani. Los estudios denominados Giambastiani Films cambiaron de nombre cuando el técnico italiano se asoció con Luis Larraín y Guillermo Bidwell, pasando a llamarse Chile Films. Ellos estaban ubicados en un principio en Bandera 179. En 1917 se trasladaron a Chacabuco 720, a los pies del teatro Minerva. Al disolverse después de “El Hombre de Acero” la sociedad, el cineasta italiano le devolvió a su empresa el nombre primitivo.

LA OBRA CINEMATOGRAFICA DE PEDRO SIENNA

ecranmg3_23021965.jpgDentro de la historia no escrita de la cinematografía chilena, la obra de Pedro Sienna es de gran significación. Su trayectoria artística no sólo representa un resumen del accidentado y heroico desarrollo de nuestro séptimo arte, sino también una expresión viva de lo que fue el teatro nacional en una época en que no contaba con apoyo de ninguna especie. El autor de “Esta Vieja Herida”, poema de antología, ha descollado también en el periodismo, y en su obra literaria ocupa un especial lugar una biografía sobre el actor Arturo Buhrle, de quien fue gran amigo.

He aquí su realización cinematográfica detallada en orden cronológico y que abarca desde el año 17 al 27: “El Hombre de Acero”, “Manuel Rodríguez”, “Los Payasos se Van”, “Todo por la Patria”, “La Avenida de las Acacias”, “El Empuje de una Raza”, “Un Grito en el Mar”, “El Húsar de la Muerte” y “La Ultima Trasnochada”. De todas estas películas la cineteca de la Universidad de Chile conserva sólo las copias de dos: “El Húsar de la Muerte” y “Un Grito en el Mar”.

TAMBIEN VALPARAISO ECHA A RODAR LAS CAMARAS

En este mismo año debemos trasladarnos a Valparaíso para asistir al nacimiento del cine porteño, cuando varios periodistas del diario “La Unión”, entre los cuales se encontraba Carlos Justiniano, precursor de la radiotelefonía nacional, se asocian con los propietarios de la casa de artículos fotográficos Hans Frey y se lanzan a la producción de películas, siendo la primera de ellas “Alma Chilena”, estrenada el 6 de septiembre. Esta película contó con la asistencia técnica de un barón alemán que el año 12 había filmado documentales en Africa, se trata de Francisco von Teuber. Von Teuber, que fue funcionario de la Municipalidad de Santiago, relató a través de varias crónicas publicadas en Zig-Zag en 1923 en aventurera vida de trotamundos, “Alma Chilena” es digna de ser recordada también, aparte de ser la primera cinta rodada en Valparaíso, por el hecho de haber sido dirigida por un destacado actor argentino: Arturo Mario. Veamos ahora el reparto. También en él se ven figuras conocidas, aparte de las nombradas; María Padín, Carlos Justiniano, María Quezada, Luis Romero y Z., etc. Los estudios de la Hans Frey estaban ubicados en Prat esquina de Urriola y cuando desaparecieron a principios de 1919 consumidos por las llamas la naciente actividad cinematográfica nacional sufrió una ruda pérdida.

Verdaderamente lamentable es que las bellezas del primer puerto de la República no sean divulgadas por intermedio del cine. En la época muda fueron filmadas 17 películas teniendo como escenarios los cerros porteños. Veamos algunas de gran recordación: “Un Grito en el Mar”, “Manuel Rodríguez”, «Las Chicas de la Avenida Pedro Montt” e “Incendio”, esta última realizada por el inquiero Carlos del Mudo, casado años más tarde con la conocida actriz alemana Lya de Putti.