En la huella del cine chileno: la película «Agua de Vertiente» escandalizó en 1924
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TODOS recordamos «Éxtasis», esa memorable película, que lanzó a la fama a la actriz Hedy Lamarr. En verdad es memorable por la ventolera publicitaria que arrancó una escena que ahora resulta de una risible ingenuidad, frente a las que sin ningún rubor se atreven a filmar los cineastas contemporáneos de Suecia, Francia e Italia. La debutante estrella aparecía desnudándose en medio de unos arbustos, para luego bañarse sin ropas en un río cercano. El problema se presentó cuando al caballo sobre el cual colocó su ropa se le ocurrió ir a comer pasto a un lugar distante. Muy alarmada deambuló, así, tal como estaba, por entre los árboles, hasta que vino un joven en su auxilio…

Bien. Esta película es de 1934. Diez años antes en Chile se filmó otra en la cual también se podía ver a una joven bañándose desnuda en un río, por lo cual nos podemos considerar precursores del  nudismo cinematográfico…

Los que vieron «Agua de Vertiente«, tal era el titulo del film, aseguran que dicha escena fue muy bien lograda y que, incluso, ahora se podría considerar de cierta audacia. Lo demuestra el hecho de que cuando se estrenó, un grupo de damas que velaban por la moralidad pública hicieron gestiones para que se prohibiera su exhibición. Estas mismas damas, anteriormente, habían elevado una solicitud a la Alcaldía para que a los desnudos artísticos de la Escuela de Bellas Artes se les pusiera ropa… Felizmente, tales gestiones no prosperaron…

REPARTO

«Agua de Vertiente» estaba basada en la obra de teatro del mismo nombre, del autor nacional Antonio Acevedo Hernández, quien dirigió la película. Anteriormente había llevado al cine otro de sus dramas teatrales: «Almas Perdidas«.

Con estas dos películas el nombre del destacado escritor se incorporó a la historia de nuestro cine.

Al igual que el film anterior de Acevedo Hernández, «Agua de Vertiente» fue producida por el sello Compañía Cruz del Sur Films, actuando en la parte técnica el camarógrafo Gregorio Pardo. Los papeles estelares estuvieron a cargo del campeón de box Manuel Sánchez, con quien se quiso repetir el éxito cinematográfico que tuvo Luis Vicentini, sin mayores resultados, siendo este su único film. Lo secundaba Hilda Blancheteaux, protagonista de varias películas más, completando el reparto los nombres del escultor Víctor Martínez Cárter, del dibujante Pedro Orrego y de la bailarina María López. Ella era la niña del desnudo. Para esa escena, el director había querido a la protagonista, la señorita Blancheteaux, pero ésta se negó.

La mayoría de las escenas del film fueron realizadas en el fundo «El Ingenio», de don Alberto Mackenna Subercaseaux, intercalándose en el argumento peleas a la chilena, o sea sin guantes, y un rodeo muy animado, en el que se lucía Tobías Labbé. El estreno de esta cinta se realizó en los teatros Esmeralda y Brasil de Santiago, el 25 de noviembre de 1924, figurando como editor Eleuterio López. Con el término de editor se conocía en aquellos tiempos al productor de ahora. Hasta aquí los datos relacionados con «Agua de Vertiente«. Por esa misma época, el cable nos traía la noticia de la muerte de Anatole France, en tanto que en Santiago, los intelectuales celebraban el casamiento de Fernando Santiván. El abogado Carlos Vicuña Fuentes, por su parte, se batía a duelo en la frontera…

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