En la huella del cine chileno: José Bohr, precursor del cine en Punta Arenas
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SIGUIENDO el orden de estricta cronología que nos Impusimos desde un principio en esta octava nota, nos corresponde referirnos a “Una víctima” y “Como por un tubo”, realizadas ambas en 1919, en Valdivia y Punta Arenas, respectivamente.

19650316_EcranMG3.jpgLa primera fue realizada por Ricardo Bartolotti, en la parte técnica, y en los papeles protagónicos intervinieron Max Herbener y Gertrudis Herbener. No contó con el apoyo del público, que la encontró mediocre. Sus realizadores emprendieron la retirada y la prensa demolió el intento con esta sentencia: “En “Una víctima”, la víctima resultó el público”. Fue estrenada esta película en la germánica ciudad sureña de Valdivia, el 30 de enero de 1919. Si le echamos una mirada a la actualidad de esa época, encontraremos al escritor Edgardo Garrido Merino hablando de Chile en el Ateneo de Madrid, en tanto que Alemania culpa de su derrota al general Von Ludendorff y al almirante Tirpitz. Expulsan del territorio nacional al revolucionario español Casimiro Barrios. La Aviación chilena está de duelo: ha muerto el capitán Manuel Avalos.

Las informaciones de prensa de la época no nos dan mayores informaciones sobre esta película, de la cual, para terminar, podremos asegurar que sólo se exhibió en la provincia. De allí no salió.

“COMO POR UN TUBO”

El sonriente José Bohr, a quien se le podía ver hacia la década del treinta haciéndole propaganda a las pastas dentífricas en las revistas, entró a actuar en nuestra cinematografía a fines de 1919. En esa época vivía en Punta Arenas, la ciudad que le conoció sus primeras canciones y en cuyo hotel de lujo las interpretó. Se asoció con Antonio Radonich y Esteban Ivovich y realizaron la primera película para el sello “Magallanes Films”, titulada “Como por un tubo”. Ese fue su debut en el cine. Entre las personas que se desempeñaron como intérpretes figuraba un sastre de la ciudad. De nadie se conservan los nombres, lamentablemente. Al estrenarse el 5 de noviembre del 19, el público la recibió con gran simpatía, por tratarse de la obra de un joven inquieto, cuya mayor preocupación era divulgar los adelantos de la zona por intermedio del cine.

Cuando tratamos de hablar con José Bohr, no nos fue posible hacerlo, pues, inquieto como siempre, se encuentra fuera del país. Queríamos hablar con él acerca de su película, pues, al igual que lo ocurrido con “Una víctima”, muy poco dijeron los diarios. Sólo tenemos de ella los datos precisos. En todo caso, veamos una pequeña nota que publicó la revista “Zig-Zag”, en su edición del 2 de agosto de 1919. Al pie de una foto de Bohr y Radonich: “Los jóvenes José Bohr y Antonio Radonich, propietarios de los talleres de la naciente compañía cinematográfica “Magallanes Films”, que han editado ya varias películas de actualidades en esta ciudad. En breve, esta empresa comenzará a impresionar la primera comedia cinematográfica, para lo cual cuenta con un buen elenco de jóvenes artistas”.