Francamente no comprendemos cómo Bidwell e Hijo, que es una Empresa seria y muy bien prestijiada, ha podido hacer una réclame tan entusiasta a una cinta de las condiciones de “En la Ciudad del Oro Blanco”, estrenada ayer.
Porque, si se hubiera anunciado como un esfuerzo de aficionados, o como el producto de los primeros pasos de una empresa en formación, seguramente el juicio de la crítica y del público no habría sido tan severo.
La Empresa anunció la cinta como “la mejor película que se había filmado en Chile”, “el verdadero esponente de la cinematrografía antofagastina”, y otras frases detonantes. Y en honor a la verdad justo es decir que la cinta en cuestion está muy lejos de poder ser considerada siquiera como una modesta producción de aficionados. Queremos crear, ya que conocemos la seriedad de la Empresa Bidwell, que ha sido sorprendida su buena fé, y se ha hecho tal réclame sin conocer la película.
“En la Ciudad del Oro Blanco”, es, sin disputa, un retroceso de mas de quince años en la cinematografía nacional. No hay pues, derecho, a que sea Antofagasta la que de este petardo de tan mal gusto. La fotografía es mala, el argumento perfectamente soso, y los letreros de un mal gusto destacadísimo. Además tiene pretensiones ridículas, tales como querer presentar “el gran mundo antofagastino”, con escenarios y personages que están muy lejos de este ambiente. Por lo demás, el público ya ha dado su fallo sobre esta cinta, al manifestar su franco desagrado en las funciones de ayer.
Ojalá que esta película no salga de la rejion, porque, en verdad, es un verdadero desprestijio para Antofagasta.