CON UN accidente artístico y un incidente policial comenzó la filmación de la película chilena “Llampo de sangre” basada en la minera obra de Oscar Castro. Protagonizada por Raúl del Valle, Karina (Ana María Gómez), Hernán Castro Oliveira, Agustín Orrequia, Gerardo Grez, Helia Grandón, y dirigida por Enrique Vice, lleva 6 años de filmación en la abandonada mina “El Inglés”, en las cercanías montañosas de Rancagua.

Una escena de acción causó el accidente. Mientras filmaban e la cumbre de un cerro, el director Vico ordenó a Agustín Orrequia-el viejo Chumaen la película-que retrocediera unos pasos. No le satisfizo la posición y agregó: “Retroceda un poco más…otro poco..más…” No pude continuar porque Orrequia perdió el equilibrio y rodó cerro abajo fracturándose ambos brazos. Mario Cohen, gerente de “Panamericana Film”, productora de la cinta, trasladó al actor a la Clínica San Martín, en Santiago.

Las fracturas de Orrequia impedirán tomar nuevas escena en que el actor deba aparecer de pie. Como muchas de éstas ya fueron filmadas se aprovechará sus primeros días de mejoría para fotografiarlo sentado.

“PARA COSAS BONITAS”

Casi a coro con este accidente policial. Antes de empezar la película, Cohen consiguió del Director General de Carabineros Jorge Ardiles que le facilitara algunos policías de uniforme. Se les necesitaba para una escena en que éstos repelen arma el brazo a huelguistas mineros. Ardiles aceptó la idea siempre que Carabineros apareciera cumpliendo su deber sin menoscabo de su tradición. Iniciada la filmación de la cinta, Cohen viajó a la Dirección General para recordar al general Ardiles su compromiso. Pero se encontró con que éste estaba de vacaciones y que lo reemplazaba el general Hevia. Cohen habló con él. Pero después de leer el libreto de la escena policial, Hevia le dijo:

-¡Señor!… ¿cómo cree Ud. Que voy a facilitarle carabineros que aparezcan baleando obreros? Eso sería desprestigiarnos y atraernos el odio popular. ¡No Señor! Le presto personal siempre que sea para cosas bonitas…:un carabinero que pare el tránsito para que pase una dama, un niño o un ciego; ¡ eso sí, pero nada más!

Como “Llampo de Sangre” no es  una película sobre el tránsito de Santiago, Cohen decidió cambiar los acarabineros por guardias civiles armados en la escena contra los obreros.