Porqué hacemos Femcine

En marzo del 2020 esperábamos con ansias la celebración de la décima edición de FEMCINE, la que debió ser suspendida pocos días antes de su inicio debido a la pandemia. Como en todo el planeta, en ese momento, el equipo de FEMCINE vio como las actividades que involucraban presencialidad fueron suspendidas y sufrimos el encierro y la distancia, con la esperanza de que “la normalidad” volviera rápidamente a su cauce. Cuando nos dimos cuenta de que la pandemia iba a tener cautiva nuestra manera de habitar por largos meses decidimos adaptar la edición de Femcine que teníamos preparada a un formato online- que se desarrolló en agosto 2020- y pudimos comprobar que el cine y los diálogos que se pueden generar en su entorno, siguen siendo un lugar de encuentro, consuelo y complicidad, incluso fuera de las salas. 

Considerando que continuamos en un contexto pandémico, para este 2021 planificamos, desde el inicio, el festival para una modalidad virtual y utilizando todo lo que aprendimos en la edición anterior. La posibilidad de llegar nuevamente con cine hecho por mujeres de manera gratuita a todo el país nos emociona y entusiasma, por lo que en esta ocasión hemos considerado cada detalle de nuestra programación y actividades tomando en cuenta el formato virtual y lo particular de los tiempos que transitamos. 

Vivimos un momento definitorio para nuestro país, en donde la voz y la movilización de las mujeres ha sido fundamental para repensar el tipo de sociedad en que queremos vivir. En esta última década han existido avances significativos respecto a la visibilización de las luchas por los derechos de las mujeres en Chile y el mundo, pero aún estamos muy lejos de lograr una sociedad que sea justa con todos sus miembros.  En el 2021 no hay ningún país en el mundo que pueda decir que ha alcanzado la completa equidad de derechos entre sus habitantes. Y en el ámbito del cine esto no es distinto. A pesar de que hoy hay muchos más nombres femeninos detrás de los estrenos, en los roles protagónicos y en las premiaciones – que en 2001, cuando FEMCINE nació – aún estamos lejos de tener una representación coherente con ser la mitad de la población mundial. Y aún millones de historias de mujeres están sin ser contadas. Por eso, para darle un espacio de realce y difusión a la diversas de experiencias que habitan el ser mujer desde los relatos audiovisuales, es que el equipo de FEMCINE sigue trabajando.

La programación y actividades de este FEMCINE11 nos ofrecen una gran diversidad de miradas sobre la experiencia de habitar el mundo, miradas que enriquecen nuestra propia percepción de la sociedad y nos permiten compartir historias emotivas, reflexionar sobre lo que tenemos en común, además de otorgar herramientas de empatía para construir en conjunto una sociedad más justa para todes.

La llamada de FEMCINE11 es “Cine que reúne”, una llamada que hoy nos parece urgente. Tanto por la pandemia que nos ha obligado a distanciarnos físicamente y recluirnos en nuestros hogares, como por el momento constituyente que vivimos pareciera que las diferencias al interior de nuestra sociedad se agrandan y estamos cada vez más lejos física y valóricamente. Por lo mismo nos parece fundamental generar espacios de dialogo, en donde podamos mirarnos a los ojos, incluso en la distancia, y encontrar lo que nos une en nuestra diversidad

Nos hace bien saber que hay lugares en donde todos, todas, todes son bienvenides. Femcine es uno de esos lugares. En las pantallas, nos encontramos.