La Cineteca de Ovalle (1968-1977): identidad local en reconstrucción
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Presentamos para Cinechile.cl una versión resumida de la ponencia “La Cineteca de Ovalle (1968-1977): resistencia cultural con enfoque masónico”, presentada en el IX Encuentro Internacional de Investigación sobre cine chileno y latinoamericano de la Cineteca Nacional de Chile (2019).1


La Casa de la Cultura de Ovalle fue fundada en octubre de 1966 por un grupo de entusiastas vecinos de la ciudad. Los principales y más activos socios fueron personalidades como Tomás Yagnam, Arturo Jiménez, Isaac Bitrán, Odette Álvarez, Heriberto Maxwell, Alberto Velásquez, Darcy Maltés, Mateo Yuras y muchos más. En una memoria de 1968 se registran más de 80 socios. Y no podemos olvidar a los llamados “socios-cooperadores”, un puñado de jóvenes de enseñanza media que hacían una especie de voluntariado ayudando en la biblioteca y la sala de cine. La mayoría de los socios estaban vinculados al comercio y la docencia, pero en especial a organizaciones filantrópicas, laicas y humanistas como el Club de Leones, el Rotary Club, la Logia Acción Fraternal Nº42 y el Clan Juvenil Diaguitas. Esta institución surgió como un espacio colaborativo empujado por socios-mecenas que debían juntar dinero para pagar el arriendo y los gastos comunes de una amplia casona con enormes palmeras –de la familia Castex–, ubicada en calle Independencia con Santiago, pleno casco histórico. La propiedad –demolida; hoy se erige allí la Fiscalía– tuvo cerca de ocho habitaciones donde se desarrollaron cursos preuniversitarios y técnicos, talleres de arte; había un coro polifónico, un jardín infantil, una nutrida biblioteca, una radio, un club de ajedrez, un Museo con animales embalsamados y un salón auditórium para hacer conferencias, presentaciones teatrales y, por cierto, exhibir películas.

Cine educativo, ventana al mundo

La exhibiciones cinematográficas fueron unas de las tantas actividades que ofrecía esta Casa, por lo general los fines de semana desde las 19:00 hrs y con acceso gratuito. Estas sesiones se mantuvieron constantes entre 1968 y 1977 aprox. Y si bien Ovalle ya contaba con dos salas comerciales (cines Nacional y Cervantes), el contenido que ofrecía esta “Cineteca” –así se promocionaba– era muy distinto. Haciendo una catalogación e identificación provisoria, pudimos llegar a la conclusión que la mayoría del material exhibido era cine documental, con particular énfasis en la historia, la tecnología, la ciencia y el deporte. La expresión “cine educativo” fue la que más apareció en los avisos del diario local La Provincia.

Al comienzo nosotros acudíamos como consultantes. Entonces vimos que hacía falta ayudar (…) Las máquinas de proyección las proporcionaban los institutos, incluso las ampolletas para reposición las conseguíamos con ellos, porque se quemaban bastante seguido. Eran unas maquinitas pequeñas de 16mm. Y las películas a veces eran de 2 o 3 rollos, entonces había que hacer un intercambio para cambiar el rollo, porque no había dos proyectoras para continuar instantáneamente. Teníamos todo el equipo de amplificación. Incluso el salón se habilitó, porque daba a un pasillo. Entonces ahí en el pasillo se armó una escalera, se hizo un altillo y en el muro se perforaron las ventanillas para que saliera el haz de luz. Nosotros no estábamos en el salón, estábamos afuera; subíamos a nuestro altillo y desde ahí proyectábamos. Y todo eso está demolido ahora, no existe para nada (Cipriano Miranda, proyeccionista y bibliotecario).2

En la gestión del material fílmico participaba tanto el director de la Casa (que según el periodo fue Tomás Yagnam o Alberto Velásquez), quien a su vez era asistido por los mencionados estudiantes, una secretaria y el cuidador o mayordomo de la Casa, don Samuel Zúñiga. A ellos se refiere La Provincia en sus reportajes cuando celebra el trabajo de la “División cinematográfica” de la Casa de la Cultura. Había que contactarse con las cinetecas o departamentos de extensión cultural de institutos binacionales o embajadas para conseguir en modalidad de préstamo películas en 16mm., que luego había que devolver. Recordemos que bajo esta dinámica se nutrieron también los cine-clubs universitarios que surgieron en los años 50 y proliferaron en los 60 a lo largo del país3. Y así como se establecieron relaciones estratégicas con instituciones de ese calibre, también se gestionaron visitas y eventos emblemáticos.

Por ejemplo, con una conferencia del reconocido investigador Pablo Garrido que versaba sobre “El fervor popular y los bailes de La Tirana”, donde se exhibe su documental homónimo de 19444. O luego, por intermedio de Endesa, con la exhibición de los documentales Central Rapel y Central El Toro, producidos por el Instituto Fílmico UC donde trabajaba el cineasta Rafael Sánchez5. Otro evento notable ocurre en noviembre de 1972 cuando se organiza nada menos que un “Festival de cine documental” con el apoyo de la Universidad de Chile y la Universidad Técnica del Estado. En esa ocasión se exhiben películas como Así somos en Chuquicamata, Desnudemos al enemigo, Venceremos, Por Vietnam, Desnutrición infantil y Balnearios populares6. Si bien el cine nacional no estuvo tan presente en esta Cineteca, en distintos momentos se exhiben películas alusivas a Chile, pero presentadas con el auspicio de la Embajada de EEUU, asunto que llama mucho la atención pues no figuran registradas en otras publicaciones: Una comunidad se organiza (20 min.: “Campesinos que salen de la miseria gracias al sistema cooperativo en el sur de nuestro país, Chile”), La Unión (colores, 15 min.: “Actividades de una cooperativa en Calbuco”), Artesanía chilena (“Una cine-crónica del arte autóctono del sur de Chile”7) o La Ópera en Chile8.

En resumidas cuentas, lo particular de la Cineteca de Ovalle radica en al menos dos aspectos: 

1) No pretendía exhibir “Cine-arte” –concepto asociado a la cinefilia hegemónica–, ni mucho menos competir con las salas comerciales, sino más bien ofrecer un cine de voluntad educativa y divulgativa; un enfoque de tipo enciclopédico, procurando acercar experiencias internacionales de acuerdo a la sensibilidad cultural de los principales gestores. De ahí que la mayor cantidad de películas exhibidas aquí son de Francia y Estados Unidos. 

2) Tampoco pretendía conservar ni preservar material fílmico. Esto se entiende porque no tenían los recursos ni la infraestructura necesaria, y porque hasta aquel entonces no se habían producido películas en la zona, salvo contadísimas excepciones generadas por aficionados en los años 50-60, o por canales de televisión hacia los años 70-80. Hoy sabemos que hacia mediados del siglo XX cineastas de otras partes de Chile filmaron de manera circunstancial en la región, y los tópicos frecuentes eran: Andacollo, Gabriela Mistral y los embalses. De ahí que aún no existiera conciencia ni necesidad respecto cuidar el material fílmico local. El cine en Ovalle y sus alrededores adquiere vigor desde 1990 con cineastas como Sergio Olivares, Eduardo Pizarro o Juan Campusano. 

La urgencia del patrimonio cinematográfico hoy

La creación de este espacio de difusión cinematográfica dentro de la Casa de la Cultura de Ovalle respondió a las necesidades del momento: acercar conocimiento del mundo a una ciudad alejada de los grandes centros urbanos, donde tampoco existían aún sedes universitarias estables. Un cine que conectaba el imaginario de los países considerados más avanzados en cultura y tecnología con una comunidad deseosa de adquirir conocimientos y referentes. Hoy la actividad audiovisual de la zona ha crecido. Hemos podido contabilizar más de noventa películas, entre ficciones, documentales y videoclips en la Región de Coquimbo entre 1918 y 2015. Sin olvidar eventos icónicos como el Festival de Cine Mudo de la Serena (1993-2007); el Festival de Cine de Ovalle (fundado en 2004), el más antiguo del norte de Chile y que sigue activo; y el Festival Provincial de Cine de Estudiantes Secundarios (2016-2019).

Pero este caudal de producción y experiencias ya tangibles y concretas corren el riesgo de permanecer desperdigadas o extraviarse si no se genera cuanto antes un archivo audiovisual o una cineteca que proteja, divulgue y estudie el imaginario local. Más todo lo que se puede ir redescubriendo en el camino. Y, por supuesto, integrando el potencial pedagógico e identitario que un espacio como este puede posibilitar en la juventud, rescatando de paso el ímpetu original.Un grupo de cineastas, gestores, docentes, investigadores y entusiastas varios de Ovalle, La Serena, Coquimbo y Santiago estamos impulsando la idea de una reapertura física. Por el momento estamos construyendo comunidades digitales donde estamos subiendo todo el material asociado tanto a la antigua Cineteca y sus participantes, así como también todo el contenido vinculado a una posible refundación. Aquí están las plataformas disponibles por ahora: Facebook / Instagram.


Citas:

1 Esta investigación en desarrollo ha sido posible gracias a los testimonios de socios, funcionarios o colaboradores que participaron en la Casa de la Cultura en alguno de sus periodos, tales como: Heriberto Maxwell, Cipriano Miranda, Duberli Contreras, David Varas, Erwin Alfaro, María Teresa Díaz, Mónica Zúñiga, María Navea, Carmen Rojas, Víctor Arenas, Marcelo Saavedra y Rodrigo Carmona.

2 Entrevista con el autor, en Ovalle, 17 enero 2019.

3 Ver HORTA, Luis (cord.). Manual de Cineclubismo. Red de cineclubes de Chile, 2012. Impreso.

4 “Charla documentada y novedosa dio Pablo Garrido en Casa de la Cultura”, La Provincia, 5 jun. 1969.

5 “Exhibición de películas en la Casa de la Cultura”, La Provincia, 2 agosto 1969.

6 “Festival de cine documental hoy en la Casa de la Cultura”, La Provincia, 22 nov. 1972.

7 “Programa de la Cineteca en la Casa de la Cultura”, La Provincia 3 y 24 marzo 1973.

8 “Casa de la Cultura informa”, La Provincia, 11 mayo 1974.


Bibliografía: 

La Provincia, Ovalle: Sociedad Periodística La Provincia, 1936-1990. 

ANÓNIMO. Memoria de la Casa de la Cultura de Ovalle. Ovalle: Autoedición, 1968. Impreso. [Gentileza de Sergio Peña].

PIZARRO ESPINOZA, Eduardo. Teatro Nacional de Ovalle, 100 años de historia. Ovalle, 2017. Impreso. 

HORTA CANALES, Luis (cord.). Manual de Cineclubismo. Red de cineclubes de Chile, 2012. Impreso.

MATIZ ZAMORANO, Camilo. La Cineteca de Ovalle (1968-1977): resistencia cultural con enfoque masónico. Ovalle: Corporación Cultural Municipalidad de Ovalle. 2020. Impreso. Disponible aquí: http://cultura.municipalidadovalle.cl/wp-content/uploads/2020/04/cineteca.pdf

ROJAS PEÑARANDA, Lincoyán. Diccionario Biográfico Bicentenario de la Provincia de Limarí. Ovalle: Ilustre Municipalidad de Ovalle, 2010. Impreso.