Confesión al amanecer (Ercilla)
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CONFESION AL AMANECER.-Rex. Ana María Gomez, Carmen Bunster, Delfina Fuentes, Florence Marly,Chita Marchant, David Phillips, Pepe Rojas, Emilio Martínez, Lautaro Murúa, Ernst Uthoff, Ricardo Mendosa. Director, Pierre Chenal. Chilena.

Después de “El Idolo” , es una nueva tentativa para estabilizar el cine chileno. Filmada con serias dificultades económicas, técnicas y humanas, encontró la acogida amabale del Rex que la colocó como primer estreno de su semana internacional de cine. Tiene 3 episodios: “Las tres pascuales”, “La veta del diablo” y “El Caleuche”, con argumentos, diálogos y música de diferentes personas. De ahí, que su calidad también sea diferente, y que donde sobresalió el tema dalló el diálogo o la música, y viceversa.

 

La dirección es una, la de Pierre Chenal. Los argumentos pecan de la ingenuidad reneral que afecta a las leyendas. De los tres, el segundo es más humano y vigoroso, mostrando un pasaje real de la vida minera. El primero, levemente poético, y excesivamente trágico, mantiene cierta sobriedad y buen gusto. En el tercero, es falso y endeble: se notaron los defectos del diálogo. En una escena, quien debió ser rudo pescador dice a la extraña naufraga: “Lo harás querida”. El término”querida” es propio de un galán de salón. Detalles como éste aumentaron la falsedad. La interpretación tiene errores excusables en quienes tenían ninguna o escasa experiencia cinematográfica. Resalta el trabajo de David Phillips, Ana María Gómez, Emilio Martínez, Delfina Fuentes y Carmen Bunster, Pepe Rojas, en su sacerdote y nexo de los episodios, no encontró el tono sereno. Pecó de convencionalmente dramático. No pudo ser el Don Camilo chileno. El resto hizo lo que su entusiasmo le permitió.

La fotografía de Andrés Martorell es excelente. Busca los perfiles humanos y ahonda en la realidad del ambiente. La dirección del francés Pierre Chenal descubre un loable esfuerzo por explotar nuevos filones de la vida chilena. Se fue al campo, a la caleta, a la mina y rehuyó los huasos multicolores que cantan como charros, y las cursilerías de salón.

EN RESUMEN: Una nueva y amenra ruta del cine chileno.