El joven y entusiasta productor y director Miguel Frank ha estrenado ayer en nuestras pantallas su nuevo trabajo cinematográfico, titulado: “Cita con el Destino”, rodado en los Estudios V.D.B., e interpretado por un grupo de elementos artísticos nacionales.
“Cita con el Destino” es una película simpática, un trabajo sin grandes pretensiones, anunciada con mesura y realizada con modestia, y cuyo principal mérito lo encontramos en su intensa fisonomía de chilenidad. Nuestros campos y costumbres pueblerinas han sido captados con acierto en los diversos cuadros de la vida chilena que exhibe su desarrollo, marcándose en todos ellos el ambiente autóctono que encierran las páginas de Joaquín Díaz Garcés, volcadas con eficiencia por Gloria Moreno, a un buen guión de narración cinematográfica. Es cierto que su argumento dividido en cuadros sin hilación unos con otros, no aparenta mucha originalidad por traernos a la memoria la película norteamericana “Seis destinos”, pero, en cambio, su nítida fotografía, su fondo musical ambientado, su interpretación halagadora, el esfuerzo que ha significado su rodaje, sin grandes recursos, y su dirección acertada en la mayoría de sus esfuerzos, nos ofrecen nueva muestra del decidido entusiasmo que guía a los hombres que laboran por el mejor desenvolvimiento de nuestro cine nacional.
Tres cuadros de intérpretes diferentes figuran en los tres episodios costumbristas que dividen a la cinta. En este numeroso reparto destacan sus labores Blanca de Valdivia, Carlos Mondaca, Jorge Quevedo, Alejandro Lira, Blanca Sáez, Anita del Valle, Jorge Sallorenzo, Ester López, América Viel, Agustín Orrequia, José Perla, y otros elementos que animan sus pequeños roles con promisoria corrección.
