DURANTE diez años, dos activos cineastas chilenos han recorrido todo el país, escalado montañas y edificios en construcción, descendido al fondo de las minas, soportado el sol del Norte y las lluvias del Sur, para producir, hasta ahora, 40 documentales en 35 mm. y 20 en 16 mm. Su labor ha descrito los más diversos aspectos de Chile, desde los complicados mecanismos de la técnica industrial hasta las bellezas turísticas del país, utilizando unas veces el color y otras, las menos, el blanco y negro.
Se trata de Fernando Balmaceda y Armando Parot, que en 1953 echaron las bases de su propia empresa: CINEP (Producciones Cinematográficas). Hasta entonces, Balmaceda (santiaguino, casado, dos hijos) había trabajado en publicidad y como diplomático en Washington (Estados Unidos), durante cuatro años, que aprovechó para estudiar pintura en la Universidad de la capital norteamericana. Su afición al cine se acrecentó cuando viajaba por la India (1952), donde se informó de la vasta actividad desarrollada por el Departamento de Producción de Documentales, destinados a la cultura popular, mientras Parot (santiaguino, casado, sin hijos) realizaba documentales en Cuba, en la época anterior a Fidel Castro. Ambos tienen 39 años de edad y ambos también tuvieron inquietudes literarias: Balmaceda figuró en la «Antología del Nuevo Cuento Chileno», de Enrique Lafourcade, y Parot, en la antología «Poesía Nueva de Chile», de Víctor Castro.
Desde que hicieron su primer documental, sobre el agua potable, hasta el más reciente, «Isla Guarello«, su trabajo ha evolucionado hacia una mayor perfección. «Al comienzo debíamos hacer todo (guión, dirección, producción, fotografía, etc.)», nos informan. «Pero ahora trabajamos con equipos especializados, de acuerdo a las necesidades de cada película. De este modo, han colaborado con nosotros, como argumentistas. Luis Oyarzún, Darío Carmona, Orlando Rodríguez y los compositores Gustavo Becerra, Celso Garrido Leca, León Schidlowsky, Sergio Ortega, Fernando García, Leni Alexander, Tito Ledermann y otros. Asimismo, con el tiempo, las empresas auspiciadoras han comprendido la importancia de no acentuar el efecto propagandístico en los documentales, buscando más bien congraciarse con el mayor número de público posible».
CINEP ha conquistado varias distinciones: «Manos creadoras» (auspiciado por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile y la Braden Copper Co.) obtuvo una Mención Honrosa en el Festival Internacional de Karlovy Vary (Checoslovaquia), en 1962, y «Energía gris» (auspiciado por el Instituto Chileno del Acero) recibió el Premio del Círculo de Críticos de Arte, en 1960. Actualmente se encuentran en filmación «El cemento» y «El azúcar».
