Este libro analiza el papel de la mujer en el cine chileno mediante quince diálogos con creadoras y promotoras de la industria audiovisual: directoras, productoras, montajistas y sonidistas logran una radiografía de las implicancias de filmar en Chile y, a su vez, de desenvolverse en un nicho históricamente conducido por hombres.
«Las entrevistas en este libro dan cuenta de que las cineastas chilenas están contando historias diversas, que no existe un solo CINE DE MUJERES, sino muchos. Que las temáticas y las estéticas que les interesan y desde las cuales desarrollan su filmografía están más vinculadas a su experiencia vital, teniendo presente que habitar en un cuerpo de mujer define una experiencia vital distinta a la de un hombre» (Antonella Estévez)