Los últimos estrenos. Vergüenza
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Vergüenza (1928)
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La industria cinematográfica nacional que en los últimos tiempos del cine mudo alcanzó a dar manifestaciones bien apreciables de progreso, implantados el diálogo y la sonoridad en las películas, lo que se consigue con instalaciones de enorme costo, ha vuelto a quedar en la inacción, porque el público ya no acepta la pantalla silenciosa.

«Vergüenza» es película filmada en 1928, en Antofagasta, y ella revela un gran esfuerzo de la cinematografía nacional de la época. Ahora, a la copia muda se ha agregado sincronización de algunos sonidos, acompañamiento musical y dos o tres canciones cortas, con lo cual se le ha modernizado.

La cinta es de carácter educacional, para jóvenes que han salido ya de la pubertad y se preparan a entrar en la plenitud de la vida. Narra la historia desastrosa de un matrimonio. El marido, hombre de hogar, en viaje fuera de su pueblo, es invitado por algunos amigos a un sitio de placer. Adquiere la sífilis que, envenenándole el organismo, acaba en corto tiempo por llevarlo al manicomio. Entre tanto, la mujer después de esfuerzos inauditos para ella, derrotada en la lucha por la existencia, teniendo que mantener a su pequeño hijo y atender el pago de la pensión del marido en la Casa de Orates, no encuentra solución acertada que entregarse a la vida liviana y también adquiere la terrible enfermedad. Como el contagio parece que en el pueblo de la historia está repartido «urbi et orbi» es de suponer que los pocos personajes que se ven sin demostraciones del mal, hayan sido sometidos a rigurosa profilaxia.

El argumento del drama se ha acomodado en la película de manera de dar relieve a las consecuencias desastrosas de la sífilis. En los detalles hay convencionalismos perdonables en gracia del objetivo que se persigue. Naturalmente, tratándose de una demostración de los efectos de la terrible enfermedad, tiene que haber crudeza en los pormenores. Se dice que esta obra ha sido compuesta sobre la efectividad de un caso real. Sin embargo, se notan en ella exageraciones con las cuales se ha tratado de acentuar fuertemente el propósito de producir en el espectador saludable prevención en contra del mal social.

En cuanto a la interpretación, los aficionados que trabajan en la obra, se desempeñan bastante bien, si se considera que se trata de artistas improvisados. Claro que nuestros tipos criollos resultan exóticos en la pantalla, acostumbrado como está ya el público a ver siempre hermosas figuras.

La presentación escénica de «Vergüenza» ofrece la oportunidad al espectador de conocer parte de lo que es el campamento minero más importante del país, Chuquicamata. Se ve el funcionamiento de una pala eléctrica y otros detalles de las faenas, que no pueden menos de interesar y despertar la curiosidad del público.

La censura ha dictaminado declarando la película inapropiada para ser vista por señoritas.