Llampo de Sangre (Crítica Ercilla)
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LLAMPO DE SANGRE-Santiago-Raúl del Valle, Karina, Hernán Castro Oliveira, Helia Grandón, Gerardo Grez, Agustín Orreguía-Director,Henry Vico-Drama-Chilena( Panamericana Films).

Productor: Mario Cohen

Por primera vez, el cine chileno se lanza en la ruta del neorralismo que valorizó al italiano. “Llampo de Sangre” basado en la novela del mismo nombre del escritor chileno Oscar Castro, es la historia supersticiosa, legendaria y humana de un grupo de mineros. Su comienzo narrado, un tanto lento, acomoda al espectador dentrode ese núcleo de extrañas e increíbles creencias mineras: la mina descubierta porque el difunto lo quiso, el minero muerto que encuentra a los viajeros en la noche.

El argumento mismode inicia con la accidentada llegada a la mina “del gringo” de dos rudos trabajadores. Un encuentro con contrabandistas y carabineros los coloca al filo de la prisión. En la mina, el drama se cierra en torno a los solicitados encantos de una joven. El protagonista lucha entre su amor por ella y por una niña dije que encuentra en una casa de discutibles diversiones. El hallazgo de un nuevo mineral, la lucha por él y la llegada de la policía, complica la trama y aumenta el suspenso. La cinta toma ritmo e interés. La rudeza de la vida minera, sus dichos y costumbres sorprenden por su buscada veracidad. Los actores parecen mineros. Filmado en la misma mina: el film luce realismo. Si la escena en la casa de las “compañeras de la noche” parece falsa, dudosa inclusión de huasos, la pelea a puñetazos, más que real, es extraordinaria. Sólo en el film norteamericano “Shane” se ve algo parecido. Fue ampliamente comentada como notable innovación por revistas especializada de USA. Es ahí justamente, donde el director Vico, mostró su sentido cinematográfico. Detalles tan elementales como ciertas roturas del vestuario aumentan el colorido humano de los personajes. Su fotógrafo, Andrés Martoreli logra escenas de alta belleza estética, comparables a veces con las tomas del mexicano Gabriel Figueroa. La actuación es pareja y prueba la manos directriz de Vico, Del Valle parece un actor nuevo, mientras Karina, el niño y el capataz sorprenden por su naturalidad.

La inclusión en el film de auténticos policías, obligó a efectuar concesiones reglamentarias que perjudican la seriedad de alguna sescenas. En compesación, uno de los carabineros se revela como actor.

EN RESUMEN: Un paso firme hacia la búsqueda de un realismo cinematográfico chileno que explore el campo, las montañas, desiertos y la auténtica vida de su gente.