Jorge Délano conversa con Raúl Cuevas respecto al cine chileno
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Cuando se habla de cine chileno, las opiniones son muy diversas. Hay quienes creen en el nuestro país jamás se podrá hacer la industria del cine, producir películas de calidad y en grande escala, que puedan competir con la producción extranjera, no sólo dentro de nuestro territorio, sino en otros países.

Uno de los hombres optimistas sobre la industria peliculera es Jorge Délano, el popular Coke, autor de una de las pocas películas que han tenido éxito definitivo en Chile: «Norte y Sur«.

Lo que opina Délano.

Jorge Délano es un hombre de grandes actividades y de un gran sentido de empresa. Ahora está dedicado a organizar la filmación de su próxima cinta, de ambiente nacional, con algunas especulaciones pirandelianas; pero de gran movimiento, con escenas llenas de vida y caldeadas por nuestro ambiente.

Yo creo -nos dice Délano– que el problema de la producción de películas en Chile es sólo cuestión de dinero. Aquí tenemos de todo, como en todos los países donde se producen películas; pero falta interés de los capitalistas para poner grandes capitales al servicio de una industria de tantas posiblidades.

Creo firmemente -nos agrega Délano– que Chile está destinado a ser uno de los países de mayor producción cinematográfica, dentro de poco, en Sudamérica. Hay factores muy favorables para lograr lo que digo, especialmente lo que se refiere al valor bajo de nuestra moneda, que permitiría colocar fácilmente nuestra producción peliculera en el extranjero.

Un proyecto de interés.

Tan convencido estoy de que en Chile se pueden producir películas de buena calidad, que hace poco presenté un proyecto al Gobierno, sobre reorganización de la producción cinesca en nuestro país.

El proyecto, en líneas generales, tiende a favorecer a quienes puedan hacer películas en Chile, dándoles facilidades de crédito, rebajas aduaneras para la internación de película virgen y para maquinarias, etc. Se trata de crear en nuestro país el crédito de cine, así como existe el crédito agrícola o minero.

Una vez en marcha mi proyecto, se daría trabajo a centenares de personas, desd el escritor que, en Chile hasta hoy, no se ha interesado por hacer argumentos de películas, hasta los músicos que la Sinfónica y las decenas de egresados del Conservatorio Nacional de Música que, anualmente, salen a la calle sin tener otras posibilidades que dedicarse a participar en pequeñas orquestas. También tendrían trabajo, y bien remunerado, los alumnos de la Escuela de Bellas Artes, que siguen cursos de decoración. Todo esto, sin contar el dinero que puede ganar una porción apreciable de gente que puede llegar a ser estrella de cine.

Este crédito sobre la producción cinematográfica estaría garantido de pago. Además se debería establecer compensaciones entre los productores de películas para la internación a nuestro país, ya que nos es posible dejar libre entrada a la cinta extranjera, dejando sin protección a una industria nacional de tan vastas posibilidades.

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CINTAS CULTURALES.

Por otra parte es necesario ir a la filmación de cintas breves, de un tambor, de escenas nacionales, que serían pasados como obligación entodos los teatros antes de la película de fondo, con lo cual se daría trabajo a 10 estudios nacionales, por lo menos, y se evitaría que se pasaran cintas cortas extranjeras sin mayor valor cultural.

Estas películas cortas serían de temas descriptivos, de propaganda del turismo, de narraciones históricas, de escenas de la producción nacional, con lo cual se haría una elevada tarea patriótica, porque hay que convencerse de que en Chile estamos perdiendo toda nuestra nacionalidad con la influencia del cine, especialmente del extranjero. Con decirle, mi amigo, agrega Coke, que ya hasta mi cocinera no habla sino en «ché».

Películas de ambiente amplio.

Las películas para la exportación y para una amplia distribución que se hagan en Chile, a mi juicio, deben ser ambiente amplio, sin recargarlas de modismos nacionales ni de huasos, ni de escenas regionales que sólo tienen valor como evocación lugareña y no como demostración de arte.

Hay que hacer películas que puedan salir de Chile, que interesen al mercado extranjero, porque una película medianamente hecha demanda un costo que no alcanza a cubrirse con éxito en Chile. Aquí tenemos artistas, directores, amplia luz, belleza panorámica para hacer películas: lo que falta es dinero.

Cómo está filmando Coke.

Yo estoy filmando, nos agrega Coke, por mi propia cuenta. Y es una labor verdaderamente heroica el trabajar en estas condiciones, donde uno debe ser Director, cocinero, electricista, pintor, dibujante y todo.

Actualmente he arrendado una casa en Los Guindos para darle todo el ambiente de una casa de familia donde debe desarrollarse el argumento central de mi próxima película. Allí llevaré a los artistas a que convivan con el ambiente, que cada cual se sitúe en un plano exacto y que encajen, de este modo, perfectamente, dentro de la psicología de cada personaje que deban encarnar.

Estas son las ideas generales, nos dice Coke, que tengo sobre lo que se puede hacer en materia de cine en Chile, y no desmayaré hasta lograr que esta industria llegue a un plano de conquista de mercados en Sudamérica. Hay que ir contra el prejuicio de que lo nacional no puede ser bueno: lo que ha pasado es que no se han hecho películas de calidad, por falta de buenos directores y carencia del dinero indispensable para buenas filmaciones.