En la huella del cine chileno: En el fuego encontraron su fin las viejas películas chilenas
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En la actualidad si alguien deseara saber cuántas son las películas nacionales de la época muda de las cuales se conservan copias, se encontraría con que éstas no son más de diez.

Las otras se perdieron para siempre, devoradas por la acción del tiempo o el fuego, en algún memorable o anónimo incendio en el que se olvidaban de consignar entre las pérdidas la incineración de esos films hechos con tanto esfuerzo e ilusión.

Lograron salvarse las siguientes películas:

El Húsar de la Muerte”, de Pedro Sienna, en poder de la Cineteca de la Universidad de Chile; “Un Grito en el Mar”; también de Pedro Sienna, en poder del Chilote Campos; “Madre sin saberlo”, en poder del Museo Arqueológico de la Universidad del Norte, de Antofagasta, y “Juro no volver a Amar”, de Jorge Délano (Coke). Uno de sus protagonistas, el general Ramón Cañas Montalva, la acaba de obsequiar a la Cineteca de la Universidad de Chile. Aparte de estos títulos, hay otros de cuya existencia se sabe, pero que no ha sido posible ubicar a quienes los poseen, como es el caso de Bartolomé Giraudo, por ejemplo, que hiciera películas en Concepción entre 1924 y 1925 y en cuyo poder se encuentran copias, según nos ha manifestado el actor Juan Pérez Berrocal, de “Aventuras de Juan Penco Boxeador”, “Mater Dolorosa” y “Canta y no Llores Corazón”.

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“Se Incendian los Talleres Cinematográficos Hans Frey”.

Bajo este título apareció en “El Mercurio” de Valparaíso del 15 de marzo de 1919, en primera página, una amplia información en la cual se daba cuenta que la casa de artículos fotográficos Hans Frey, que desde 1917 se venía dedicando a las actividades cinematográficos, había sido devorada por el fuego. La empresa que realizara “Alma Chilena”, “Todo por la Patria” y “La Avenida de las Acacias” tenía sus oficinas en calle Urriola 294. Por haberse dado la alarma con retraso, los bomberos sólo llegaron cuando el desastre estaba totalmente consumado. Aparte de haberse quemado las copias y negativos de estas películas, que fueron las únicas que realizó de argumento, aparte de una gran cantidad de documentales y noticiarios, desapareció en el siniestro un corto filmado en los últimos días en el que se mostraban aspectos de una fiesta celebrada por el Partido Radical de ese puerto. Según la crónica a la cual hacemos referencia, en el suceso se registró un momento dramático. Fue cuando la esposa del camarógrafo de la empresa, que vivía en un departamento del segundo piso, trató de lanzarse, en medio de las llamas, al vacío. Afortunadamente lograron detenerla a tiempo, 45 años después, ella nos facilitaría foros para una nota que publicamos sobre su esposo en nuestro número 1780. En aquella ocasión ignorábamos el episodio y la señora Lucila Steven V. de Von Teuber naturalmente no lo mencionó. Es posible que ni lo recordara. Hay un detalle: el nombre del camarógrafo del la Hans Frey Films de Valparaíso era Francisco Von Teuber Besson, sin embargo en dicha crónica aparece como Charles Besson. Es solo un detalle que podría prestarse a equívocos. En verdad esos dos nombres pertenecen a una sola persona.

De todos los siniestros que en conjunto hicieron desaparecer al cine chileno del pasado en su aspecto material, sólo hemos logrado reunir datos de dos: el de Valparaíso en 1919 y el que destruyó la imprenta del ciudadano italiano Esteban Artuffo Malpeson, ubicada en Huérfanos 2626, el 16 de mayo de 1945. En el de Valparaíso logramos toda clase de datos en lo que a las producciones se refería. En la nota de redacción aparecida en los diarios de Santiago dando cuenta del siniestro que destruyó la imprenta de calle Huérfanos no se dijo que anaquel incendio se habían perdido las copias de las películas “Don Quipanza y Sancho Jote”, “Pájaros sin Nido”, “Almas Perdidas”, “Golondrina”, “Pueblo Chico… Infierno Grande”, “Rayo Invencible” y «Diablo Fuerte”.