La nota romántica se hace presente en la trayectoria del cine nacional con la ocurrencia de un hecho que más pareciera pertenecer a una página epopéyica de una obra shakesperiana, y no a la vida real.

De la época silenciosa, que da material a esta sección, surge una leyenda de amor que contrasta con los, por lo general, fríos datos con los cuales semanalmente resumimos los hechos que dieron vida a nuestro Séptima Arte.

Una de las estrellas más cotizadas de nuestra cinematografía de aquellos tiempos fue Isidora Reyé. Su belleza causó estragos en la generación joven del año veinte, siendo ella quien protagonizaría un idilio de dimensiones verdaderamente novelescas. Se trató de un amor imposible, que fue trasladado de la ficción a la vida real. El galán fue Pedro Sienna. Ambos dieron vida a un romance que súbitamente  se precipitaría al callejón sin salida de lo imposible.

Un día cualquiera la joven actriz se encontró con que todo eso que había convertido en una idolatría sólo pertenecía al pasado. Habían interpretado, en la vida real, desgraciadamente , un amor imposible. Se trataba de uno de esos amores cuyo recuerdo suele anidar en el lugar más impenetrable de todo ser, y que a la distancia, casi perdido en el tiempo, alcanza a tener el embrujo del primer beso.

Muchas fueron las películas en que actuaron juntos. La vida les separaría, les encaminaría por senderos distintos y ella tomaría en un tarde triste una decisión dramática, llena de poesía… , pero terrible para los que más tarde se interesarían por la trayectoria del cine chileno.

Llevó la única copia de una de sus películas que aún conservaba, titulada “Los payasos se van”, al patio de su casa. Allí, en presencia de su hermano, le prendió fuego, destruyéndola.

En aquella ocasión expresó una frase sacramental que para muchos podría adquirir las proporciones de una tragedia griega: “Así como Nerón asistió al incendio de Roma, yo asisto ahora a la destrucción de algo de lo que constituyó mi única ilusión”…

Isidora Reyé no se casó nunca. Soltera y solitaria vive ahora, a los 74 años de edad, en una parcela de La Reina.