Con las salas completamente llenas hasta en los pasillos, teniendo que cerrar temprano la boletería, se estrenó ayer la primera gran película histórica nacional, editada por la Andes Film “El húsar de la muerte”.

Nunca nos imaginamos triunfo tan hermoso para la cinematografía nacional, los aplausos en cada acto con que saludaba el trabajo técnico y perfecto de la obra fueron el mejor premio para la noble labor de los artistas nacionales. ¡Por fin, por fin! salía de todos los labios y era de ver esa enorme ola humana con que devoción y recogimiento e iba recogiendo una a una las primicias del arte nacional.

El triunfo de ayer de la Andes Film, no hace sino colocarla más sólidamente en el pedestal que ya tiene en la cinematografía del país. Nunca triunfo igual tuvo película nacional. Es que en ella vibra el alma nacional es nuestro arte, nuestras costumbres, nuestro suelo, todo chileno y por qué no decirlo también nuestro orgullo de poder alcanzar a ser lo que debemos ser.

Llamó particularmente la atención, fuera de la correctísima interpretación de los artistas especialmente de Pedro Sienna, la justeza acabada del argumento su hilación tan perfecta y lo que es más la parte artística completamente terminada.

Mañana daremos más detalles extensos tanto de la correctísima interpretación de esta verdadera joya del arte cinematográfico nacional, como de sus bellísimos panoramas y ajustadísima dirección artística y técnica. Ahora sólo nos basta tributar un aplauso a Pedro Sienna, nuestro mejor primer actor de cine, Gustavo Bussenius, cameraman de la Andes y a su digno presidente don Alfredo Wolnitzky.