Ecran estrenos: «Ayúdeme Usted, Compadre»
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«Ayúdeme usted, compadre» no es un film. De modo que su análisis escapa a la crítica cinematográfica. Es un espectáculo que mezcla algunos aciertos del show de televisión del mismo nombre (1967) con las características ya algo añejas de los «clásicos universitarios», que años ha organizara Germán Becker.

Hay conocidas canciones, contra el fondo de conocidos paisajes, cantadas por conocidos y populares astros del disco y la TV, en glorioso color y nítida banda de sonido.

Germán Becker actúa de guionista y director. El film carece de guión y de dirección. Como espectáculo casi no tiene ilación (la que aportan los simpáticos Perlas es relativa y aun, a veces, a Becker se le olvidan que los puso ahí para conectar los números musicales). No hay siquiera una  narración simpática.

Los méritos del film los aportan los profesionales: Andrés Martorell, que no necesita probar que es buen fotó­grafo; el sonidista Di Lauro, y el compaginador Ripoll, que contribuye con la única secuencia «cinematográfica» en el número dedicado al Mundial de Fútbol, y los cantantes.

Queda en pie. eso sí, un tema de meditación sobre ¿qué es la «chilenidad»? Para Germán Becker es simple: mezclar las minas de Chuquicamata, El Teniente, las ovejas de Magallanes y el rodeo con las Fuerzas Armadas, los veteranos del 79 y los niños que sueñan con don José Miguel Carrera y ponerle a tal coctel populachero un ritmo de tonada.

Para otros, igualmente buenos chilenos como Germán Becker, la «chilenidad» es estar consciente de la patria de cuánto la necesitamos y cuánto ella nos necesita. Y tratar de contribuir a hacerla cada vez mejor, como hombres. Y como mujeres. Sin atorarnos de recursos sentimentaloides y baratos.

A la salida del estreno, un alto funcionario comentó que este show «gustaría al pueblo». Es posible que así sea, porque al show no le falta vitalidad visual. Pero ¿no merece «el pueblo» algo más?

En cuanto a si esto es un exponente más del cine chileno, la interrogante no es indescifrable. No. Se tuvieron a mano todos los recursos del cine, incluyendo el dinero (es el show más caro de Chile) y se desaprovecharon todos. Ya existen suficientes antecedentes sobre el cine nacional como para que un gran sector del público comprenda que no todo lo que se pone en película de 35 mm. es cine.

M. L. M.