Cuna del cine

En un panorama tan disperso como el del nuevo cine chileno, el Departamento de Cine de la U. de Chile aparece como un pionero de la iniciativa. La producción, la formación de nuevos cineastas y la difusión. El primer paso fue el documental «La marcha del carbón», realizado en 1961, respuesta a una gran huelga obrera.

DESPUES de 15 años de labor casi ininterrumpida, el Departamento de Cine de la Universidad de Chile es la única institución que demuestra con hechos un trabajo constante en el disperso panorama del nuevo cine chileno. Además, se puede afirmar que este nuevo cine chileno, comprometido y agresivo surgió allí. Pionero y fundador del departamento es Sergio Bravo, quien lo lanza a la actividad en 1958. Producto del cineclub universitario, Bravo filma, durante la gran huelga del carbón, en tiempos de Alessandri, «La Marcha del Carbón”, primer documental de la la izquierda chilena. Hombre orquesta, después hace «Mimbre«, «Trilla«, «Día de Organillos» y «Banderas del Pueblo«, para la campana presidencial de 1964. Desgraciadamente las copias de algunos de estos films están averiadas o no existen, pero con ellas quedan sentadas las bases de lo que sigue siendo la preocupación principal del nuevo cine chileno: dar una dirección y un rostro al país.

primer impulso

«Acá se hicieron las primeras cosas de Helvio Soto. Aquí realizó Raúl Ruiz su primera película (La Maleta), cuyo material aún espera que la termine. En 1967 Miguel Littin filmó su primer corto, Por tierra ajena, y luego en 1968, en coproducción, El Chacal de Nahueltoro«, afirma Pedro Chaskel, cineasta, director del Departamento y uno de sus fundadores De hecho, casi todos los cineastas chilenos, con pocas excepciones, tienen lazos de unión con este Departamento. Lo demuestra la lista de películas producidas y coproducidas. Algunas funcionan, otras no, pero todas son importantes en la medida que generaron una acción que, aunque dispersa, significa un comienzo y un marchar hacia adelante. Películas como «Casa o Mierda«, de Cahn y Flores; «Desnutrición Infantil«, de A. Ramírez; «Venceremos«, de Chaskel y H. Rios; «Herminda de la Victoria«, de D. M. Hubner, significan una toma de conciencia y un testimonio de un determinado momento de  la lucha.

Hoy día, a pesar de lo difícil que es hacer cine, sólo con el apoyo del escueto presupuesto asignado a la Universidad, la cosa ha cambiado. El triunfo popular facilitó y abrió mayores perspectivas de producción. El hecho de coproducir con organismos estatales es uno de los cambios. Así surgieron películas como «El Extraño Caso de los Repuestos», de L. A. Sanz, coproducida con Chile Films y que analiza la actual escasez de repuestos, mostrando cómo los trabajadores han suplido su carencia fabricándolos. Otra es «Entre Ponerle y no Ponerle«, de H. Rios, realizada en convenio con Desarrollo Social, que trata del alcoholismo. Ha sido difundida ampliamente en poblaciones, asentamientos y clubes de abstemios, creando siempre polémica y generando discusión.

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juventud y liberación

De los films producidos por el Departamento en los dos últimos años, dos destacan especialmente: «No es hora de llorar«, de Pedro Chaskel, y «Descomedidos y Chascones«, realizado por Carlos Flores. «No es Hora de Llorar» es un testimonio conmovedor, que sin caer en la truculencia o en el sentimentalismo, relata la terrible experiencia sufrida por los exiliados brasileños en las cárceles y mazmorras de su país. A través de entrevistas, Chaskel nos muestra las condiciones de un militante enfrentado a la tortura como método de extorsión política. El film ha tenido vasta acogida y ha recibido premios en festivales internacionales. Pero sin duda el proyecto más logrado es «Descomedidos y Chascones«. (Chile HOY 10, página 19). Sugerido por un poema de Floridor Pérez (Weekend the end) y realizado con la colaboración de Samuel Carvajal en la cámara, Pancho Mazo en sonido, Chaskel en montaje y Lucho Mora en la producción ejecutiva. Flores hace un incisivo análisis de la juventud actual. El tema ha sido debatido extensamente en los últimos años, pero siempre se ha caído en el esquematismo sin lograr dilucidar las respuestas. Utilizando una narrativa envolvente, acompañada del simpático rocanroleo del conjunto «Los Jaivas» y por medio de entrevistas a jóvenes de distintos sectores sociales, la película hace una lúcida y dialéctica demostración de las contradicciones de éstos. «Lo hicimos para aforrar el impulso juvenil de rebelión, tirándolo, enfrentándolo con los enemigos reales Además, la juventud no es un todo homogéneo; en ella hay sectores de clase. Para que la liberación del joven sea realmente liberación, debe romper el sistema capitalista«, dice Flores a Chile HOY. Loa negativos del film fueron recientemente llevados a la República Democrática Alemana por el documentalista Walter Heynovski, quien ofreció ampliarlo a 35 milímetros para que el film pueda ser exhibido en circuito regular. Esto ocurrirá en unos meses más; mientras tanto recorre liceos y centros juveniles, donde ha despertado vivo interés.

entusiasmo  y cineteca

La Cineteca, que en sus comienzos surgió a base de entusiasmo y esfuerzo, con pocas películas, hoy tiene más de 350 films. Las proyecciones se hacen en los organismos de base y en ellas participan los realizadores, quienes discuten los films con el público. En la población La Victoria, dando películas sobre la salud en el Club de Abstemios. En el hoyo del metro, a mediodía, a la hora de la choca, «La Respuesta de Octubre«, de Patricio Guzmán. “Nosotros no tenemos sectarismo para trabajar, vamos adonde se nos solicita, lo único que pedimos es movilización para el equipo.

«El Departamento es pobre y nosotros no cobramos. No tenemos  horario fijo ni días de descanso; hay semanas que le cascamos de lunes a domingo. Así vamos a sindicatos, campamentos, centros de madres, cordones industriales y cualquier lugar de trabajo. Nos gustaría tener los medios que otras instituciones tienen para poder así desarrollar más intensamente nuestra labor de extensión«. Así hablan Andrés Quintana y Luis Galves, proyeccionistas y encargados de extensión. Verdaderos agitadores y activistas, los dos recorren hasta donde les da el día. organizando programaciones y difundiendo. Así el cine entra en contacto con el mejor y único crítico: el pueblo. Las críticas son duras, pero siempre útiles y constructivas. Las películas que más funcionan en este momento: «La Respuesta de Octubre«, «Entre Ponerle y no Ponerle» y el sempiterno hit «El Chacal de Nahueltoro«. Lo que a principios de la década pasada comenzó en salas conseguidas con empuje, dando a conocer «Potemkin», de Einsenstein, «La Madre», de Pudovkln, y otros clásicos, a un público formado por la élite urbana, hoy día se ha expandido y llega a los sectores populares.

educación y «clap»

Entre tas tareas educativas del Departamento está la formación de nuevos cuadros técnicos. A cargo de los miembros del Departamento, se han iniciado cursos sobre los distintos aspectos de la técnica cinematográfica. Se comenzó con un reducido grupo de estudiantes secundarios; y los que revelaron intereses vocacionales están comenzando a trabajar en cine. Además, se está estudiando un plan de capacitación para estudiantes de pedagogía, así el cine podría ser enseñado en tas escuelas y liceos del país. Este plan comenzará a aplicarse el próximo ano en la Escuela Normal de la Reina y en la Escueta Normal José Abelardo Núñez. Responsable del proyecto es Kerry Oñate, conservador de la cineteca, quien próximamente publicará una historia del cine chileno. Oñate es un convencido de que «la única manera de enseñarle el cine a la gente sería desde chico. Tanto en la enseñanza básica como en los liceos. Como la música, las artes plásticas, la música. Así se acostumbrará a conocer el fenómeno cinematográfico en tu verdadero significado y bajo una orientación adecuada, logrará desprenderse de la alienación cultural a que está sometido el espectador chileno«. Chile, al incluir al cine entre las materias a estudiar en las escuelas, se convertiría en uno de tas primeros países en el mundo en hacerlo.

En marzo pasado el Departamento se hizo cargo de «Clap». programa de difusión cinematográfica, presentado les domingos, a las 20 horas, en Televisión Nacional. Animado por Patricia Guzmán, se ha convertido en verdadero trampolín para dar a conocer cinematografías extranjeras en su contexto ideológico determinado y analizar el papel del cine en América Latina. Los guiones, investigación, filmaciones y selección de material se elaboran por un equipo formado por Samuel Carvajal, Lucho Mora y Carlos Flores. Bien documentados, con sentido del humor y ágiles su programa es uno de los de mayor audiencia y está haciendo una labor positiva difundiendo el fenómeno cinematográfico de una manera novedosa. «Nuestro objetivo principal es entregar una visión desmitificadora de la imagen tradicional que tiene el cine y agitar para desarrollar el nivel crítico del espectador«, dice Samuel Carvajal, uno de los realizadores del programa. Hasta ahora lo han logrado y algunos programas han tratado temas como la represión y el imperialismo en el cine latinoamericano, el Oscar, el cine mudo chileno y el cine soviético.

El Departamento de Cine de la Universidad de Chile continuará propulsando proyectos que, según Pedro Chaskel, «analicen en profundidad, vayan más allá del cine coyuntural y participen en la búsqueda de un lenguaje y expresión propias«. Además se ha ganado el derecho a poder hablar en pasado, presente y futuro con respecto a una labor realizada en el nuevo cine chileno.