Cine Chileno: Berlín, México, Londres, París.
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BERLIN: Su Festival invita a film chileno de Littin, sin verlo

LONDRES y MÉXICO: aplauden a «Chacal de Nahueltoro»

PARIS: repercusión y éxito de «Primer Año», de Guzman.

NERUDA: el Canto General al cine

El doctor A. Bauer es presidente del Internationale Filmsfestpiele Berlín. Más fácil: del Festival de Cine de Berlín. Hace poco dictó a su secretaria una carta aérea dirigida al director chileno Miguel Littin. La carta empieza así: «Muy distinguido señor: como me he enterado, su nueva película, LA TIERRA PROMETIDA será terminada en breve. El 23er. Festival Internacional del Film de Berlín, que se desarrollará del 22 de Junio al 3 de julio de 1973, tiene interés en presentar su película en el concurso. . Celebraría que la proyección de su film en el Festival de Berlín fuese a la vez el estreno europeo».

La misiva del presidente, doctor Bauer, es mucho más que una amable carta. Significa que, por primera vez en la historia del cine chileno —y acaso en el latinoamericano—, una creación cinematográfica es invitada a un festival sin verla y «patrocinada» por el mismo presidente del certamen, que expresa su deseo de que Berlín tenga la primicia del “estreno europeo». Sólo el prestigio del director, avalado por El Chacal de Nahueltoro, hará el milagro de que La tierra prometida (Chile HOY 4. páginas 20-21) se salte los trámites de preselección y sea exhibida internacionalmente a petición del mismo festival. Además, un equipo de la televisión de Alemania Federal realizó un reportaje sobre la filmación en Colcha gua, a unos kilómetros de Santa Cruz, de algunas escenas de esa película. El reportaje ya fue exhibido por la TV berlinesa.

Estas son las auspiciosas noticias de afuera sobre Tierra prometida. Las de adentro, las chilenas, son desoladoras. Casi increíbles. El mismo Littin nos cuenta que, ya concluido el trabajo de filmación, recurrió a Chile Films para realizar la ardua labor del montaje. Pensaba concurrir al Festival de Cannes. Pero la burocracia, la estupidez (ya no se sabe qué palabras elegir) o la falta del más mínimo entusiasmo para apoyar a nuestro cine, hizo que Chile Films comunicara al director que «sólo le podrían prestar la movióla dos horas al día, pues así está estatuido». La respuesta parece una broma. Como es sabido, la labor de compaginación y montaje, la ardua tarea de conjugar las imágenes y el sonido en un largometraje, exigen a veces tres y cuatro meses de trabajo incesante. De noches en vela que seguramente los burócratas de Chile Films no conocen. Littin resume:

Con esas dos horas al día de moviola hubiera concluido la película dentro de año y  medio.

Al final, el director despreciado aquí y ensalzado afuera logró el apoyo de Cuba. El ICAIC —Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfico— le invitó a usar el material técnico de montaje sin tiempo limitado, sin horarios, sin topes burocráticos anticreadores. Ya zarpó Littin para La Habana con los rollos de Tierra prometida en las maletas. Con un pie en el avión nos dijo: «Concluiré a tiempo para participar en nombre de Chile en el Festival de Berlín. Trabajaremos lo que sea necesario, sin mirar el reloj». Y el cronista piensa que, cuanto mayor sea el éxito del estreno en Europa, en junio, de Tierra prometida, mayor vergüenza debieran sentir los funcionarlos de Chile Films, desde el de más abajo al de más arriba. O al revés.

Mientras Littin trabaja en La Habana, dos capitales —México y Londres— exhiben estos días, en dos de sus salas cinematográficas, El Chacal de Nahueltoro, su dramático y acusador largometraje. Los Ingleses (ya llegó una primera crítica favorable) lo ven con su sonido original y subtítulos en inglés. De México hay noticias de que el éxito de público de El Chacal es extraordinario.

Y otra noticia más sobre este director: antes de partir a Cuba visitó a Pablo Neruda en Isla Negra. El poeta —que vio en París El Chacal, y habló con Littin para felicitarle— accedió a que Littin filme un largometraje revolucionario, centrado en el nacimiento y desarrollo de la lucha de los trabajadores en América Latina, basado en los poemas del Canto General nerudiano. Littin ya cuenta con productores para realizar este film. Hace tiempo que tenia la ilusión de realizar un gran fresco cinematográfico basado en el monumental Canto General. Sólo ahora podrá iniciarlo. Neruda colaborará con él en el guión.

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GUZMAN EN PARIS

París también se suma a esta creciente repercusión exterior del cine chileno. A partir del 15 de febrero, se proyecta en la sala Studio de la Harpe —en el Barrio Latino— la versión francesa del largometraje documental de Patricio Guzmán Primer Año (Chile HOY 7, páginas 20, 21 y 31). La sala se repleta día y noche y la prensa francesa, desde «L’Humanité» hasta «France-Soir», dedica al film chileno abundantes criticas y crónicas.

El doblaje de Primer Año («La Premiere Année») fue realizado con cuidadoso rigor. Auténticos obreros franceses «doblan» a los trabajadores chilenos del carbón, del cobre, del acero. El narrador es el actor François Perier y, entre otros intérpretes conocidos que participan en el doblaje, están Françoise Arnoul. Bernard Paul, Georges Rouquier y Edouard Luntz. Para las burguesas-momias se eligió especialmente a la excelente actriz Delphine Seyrig, notable intérprete de Ibsen en teatro, en cine protagonista femenina de la película de Resnais El año pasado en Marienbad.

En cuanto a los dos únicos tribunos que aparecen en este Primer Año, los franceses seleccionaron las voces de dos célebres abogados (allí son estrellas, hay jurado y el público acude a escuchar sus alegatos).

Monsieur Georges Kiejman presta su elocuencia francesa a Fidel Castro y el famoso abogado Leo Matarasso está a cargo de la voz de Salvador Allende.

La propaganda de La Premiere Année se basa en una frase de Fidel cuando contempló directamente el fervor popular chileno en 1971: «Quisiera que se hiciera una película de todo esto y que se la enviaran a Nlxon». Y también en un dibujo del humorista Folon con dos personajes que dialogan así:

—¿A Chile?

—¡A Chile!

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El film de Guzmán se exhibe en La Harpe precedido de un cortometraje de Chris Marker realizado con fotos fijas (dura siete minutos) que «sitúa» al espectador en el período chileno anterior al triunfo de la Unidad Popular. Así, después puede entender mejor esos vibrantes cien minutos de la película de Guzmán en la que el pueblo chileno lleva la voz cantante. He aquí algunos párrafos de la prensa francesa:

  •  «…No es seguro que Nixon haya visto este film. Pero que sea proyectado en Francia es una excelente ocasión para comprender mejor la experiencia Salvador Allende… Lo que sucede en Chile es suficientemente ejemplar para que este testimonio cinematográfico sea visto y comentado». Robert Chazal en «France-Soir».
  • «Es un film de combate, puesto que la realidad que muestra es la de un pueblo en lucha». Antoine Pétión en «Le Monde».
  • «Es un documental apasionante, que cuenta simplemente el primer año de la experiencia chilena… Uno de sus aspectos más importantes y significativos es que nos hace oír la voz de los trabajadores chilenos —obreros y campesinos—, de mostrárnoslos en su actividad cotidiana … Hay que ver esta película. Este es un cine inteligente que no aburre ni un solo segundo». Georges Dascal en revista «Scope».
  • «Guzmán y su equipo filmaron acontecimientos chilenos como para una revista de actualidad, con el espíritu del cine-verdad o mejor de un cine pegado a la realidad. En este sentido puede considerarse como la revelación de un joven cine chileno», Jean-Luc Douin en la revista “Telerama”.
  • «Es significativo de los tiempos modernos que cuando un país accede a la libertad real en nuestra época, nace generalmente al mismo tiempo (o casi) un cine nacional en ese país…» Albert Cervoni en “L’ Humanité».

Una noticia final: Primer Año hablará pronto en inglés. Su versión en esta lengua ya está en preparación, a cargo de Chris Marker.