Cine chileno 1969. El momento actual
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«PRONTUARIO«. SEGUNDO ESTRENO DEL ANO

ESTA película, que dirigió y filmó el camarógrafo del Telenueve Hernán Garrido Lagos, se encuentra ya en sus últimas faces técnicas. Se trabaja en la mezcla general de sonido y en el talonaje general de luces para sacar finalmente lo que se llama la «copia-campeón». Se estima que podrá estrenarse a fines del presente mes.

30  HORAS  PARA  VER  A MARTORELL

UN VIAJE especial en automóvil hasta Valdivia debió realizar el cinematografista chileno Naum Kramarenco para entrevistarse con el director de fotografía Andrés Martorell. El cameraman se hallaba en esa provincia filmando un docu­mental sobre el Servicio Agrícola y Ganadero de Chile, para el sello Emelco.

Para ello el director de «Prohibido pisar las Nubes» (sobre la cual entregaremos una amplia información en nuestro próximo número), debió viajar 30 horas en automóvil, con lluvia y viento, y obtener la firma del contrato según el cual Martorell queda comprometido a hacerse cargo de la Dirección de Fotografía de esa película. El rodaje debe iniciarse en Santiago entre el 15 y el 30 del presente.

LA GRAN NOTICIA

ecran2_1995_20051969.jpgHAY justificado júbilo en el gre­mio de la producción cinematográfica nacional. Tras larga y sostenida lucha, por fin los hombres que están laborando en pro del cine chileno ya pueden estar tranquilos.

Después de largas tramitaciones, antesalas, entrevistas y cambios de correspondencia, se pudo llegar al buen fin: Lograr que el Ejecutivo derogara un decreto que estipulaba que se debía reintegrar al productor sólo un porcentaje del producto de todos los impuestos recaudados por una película chilena.

En circunstancias que los dos artículos de la Ley de Reajustes de Remuneraciones (Ley 16.617) habían sido explícitos al declarar:

«La exhibición de películas nacionales estará afecta a los mismos impuestos que las películas extranjeras».

«El producto de todos los impuestos que gravan los billetes o entradas a funciones en que se exhiban películas nacionales de largometraje y películas coproducidas con Chile, será depositado por la Tesorería General de la República en una cuenta especial en el Banco del Estado de Chile, a nombre del productor de cada película, sin deducciones de ninguna especie, para ser devuelto a dicho productor dentro de un plazo no mayor de treinta días, contado desde el depósito de las cantidades respectivas por parte de la Tesorería General de la República.» (N.° 203, de la Ley ya mencionada del 31 dé enero de 1967.)

Esta fue la disposición que ayudó al desarrollo del cine chileno. Ese dictamen hizo posible el auge que se advirtió en el curso del año 1967, en el cual se produjeron trece películas, de las cuales seis ya están estrenadas y otras siete están en vías de hacerlo.

Pero cuando el plan estaba en ple­na producción, celosos funcionarlos del Ministerio de Hacienda empe­zaron a crear dificultades. Se consiguió por otro decreto que los productores no recibieran el total de los impuestos, como estaba acordado, sino un porcentaje de los mismos.

Esta disposición debilitó las fuerzas. Se advirtió un marcado descenso en la producción. Ya no hubo tan alto interés en promover y en activar nuevos planes de producción. Además había demasiada tramitación en Impuestos Internos para devolver a los productores las cantidades ofrecidas por concepto de devo­lución de impuestos.

La actual directiva de DIPROCINE (Asociación de Productores y Directores de Cine) dio la batalla por lograr la derogación del decreto que estaba reteniendo la acción del cine chileno. Alejo Alvarez y su directiva (Naum Kramarenco, Andrés Martorell, Emilio Sabaj, Hernán Correa, Alvaro Covacevich) sostuvieron diversas entrevistas con ejecutivos del Servicio de Impuestos Internos e inclusive con el Ministro de Hacienda, Andrés Zaldívar. Por fin, la semana pasada el propio Pre­sidente de la República dio la orden de que todo volviera a sus cauces normales. Vale decir, derogación del decreto de marras y atenerse únicamente a las disposiciones contenidas en el artículo 203 de la Ley de Reajustes.