Alejandro Fernández Almendras
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Huacho (2009)
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Recuerdo la noche inaugural del pasado festival //Cine B. A eso de las 22 hrs. del 7 de julio, luego de la presentación de rigor, se exhibió Trekking (2009) de Rodrigo Marín, luego un fragmento de Una Parte de Mi Vida de Óscar Cárdenas y para el cierre, Huacho (2009), film que ya estaba dando que hablar por su paso por Cannes y que sin duda, fue el principal motivo del colapso de la sala 1 del Centro Arte Alameda.

Antonino Ballestrazzi, Director del citado evento caracterizado por resistirse al convencional celuloide, hace una aclaración previa: “nos carga exhibir en este formato pero haremos una excepción ya que sólo tenemos una copia en 35 milímetros subtitulada”. Esta advertencia no tuvo mucha importancia entre el público presente, pero a AFA (diminutivo común en el medio de Alejandro Fernández Almendras), lo puso en suspenso apenas comenzó la exhibición: “fue una situación complicada porque se vio rapidito, como a 28 cuadros por segundo, era otra película, tenía otro ritmo, de hecho duró como 10 minutos menos; 80 y la película es de 90. Fue muy raro pero decidimos pre estrenar en //Cine B porque en términos de espíritu, era mucho más cercano a la película, nos sentíamos más cómodos en ese lugar que en otro festival más grande y también la fecha nos convenía”

Lejos de la anécdota y continuando con ese mismo “espíritu”, los estrenos oficiales se realizaron en las propias ciudades-locaciones del film. Portezuelo -comuna a 34 km. de Chillán- y San Nicolás, fueron las sedes de las primeras exhibiciones, que llenaron gimnasios y plazas públicas. “Fue muy bien recibida, es una película que se entiende súper bien, se entienden los chistes y funciona con el público. En Portezuelo hubo gimnasio lleno como con 700 personas, Cornelio era ídolo total, “Hijo Ilustre” de la ciudad, ahora es mucho más conocido y respetado. Lo mismo le paso a Alejandra, habló con el alcalde de Chillán viejo y hasta consiguió pega con la película”, comenta Alejandro aclarando que esto se debe a que Huacho (2009) es un film sin pretensiones que trata de la vida común y corriente de una familia del campo, donde las distancias entre la ficción y el documental se vuelven casi indistinguibles y los cuatro personajes principales (no actores) interpretan en gran parte sus propias vidas.

– A propósito de los personajes, Cornelio Villagrán ha participado activamente presentando la película, lo podemos escuchar en una frase promocional para radio. ¿Cuál es tu percepción de la influencia que ha tenido tanto en Clemira, Manuel, Alejandra y Cornelio el hecho de verse retratados en un film?

Ha sido súper bueno y tiene que ver con lo mismo que trata la película, la invisibilidad social de un montón de gente y es por eso que la hice con actores no profesionales, quizás en otros lados es común pero en Chile creo que es la primera vez. Huacho (2009) era por principio un film súper amateur, Cornelio nunca habría viajado fuera de Chile si no fuera por la película, ya tiene 72 años y nunca se habría subido a un avión, lo mismo con Manuel que llevamos a Lima. Eso es súper valioso, la dignidad que aparece en la película se les devuelve a la vida real y además Huacho (2009) no fue un exitazo de taquilla ni estuvo en todos los diarios, les dio una fama chiquitita que los validó en su círculo pero no los volvió locos. Son personas centradas y no se les llenó la cabeza de pajaritos.
– Cristian Venegas, un colaborador de este suplemento, nos comentó que en las exhibiciones de estreno en Chillán a pesar del éxito de convocatoria, algunos jóvenes abandonaron la exhibición reclamando “donde estaba la acción”. ¿Crees que esta reacción demuestra una deuda por parte del sector audiovisual hacia la formación de audiencias?

Yo creo que eso tiene que ver con los medios masivos y es un problema de audiencias no sólo en cine sino también en literatura, música, teatro…en todo. Hay una profecía auto cumplida a partir del mercado que dice que el arte es igual a entretenimiento y el arte que no es entretenimiento es fome, no hay una valoración en ese sentido. En todo orden de cosas, las más valiosas son las menos vistas a no ser que estén marketeadas súper bien como un espectáculo y es un tema que tiene que ver con que a partir de los años 50’ empezó a funcionar la máquina con eso de valorar mucho la arrogancia y con ello, la ignorancia de la gente.

Lo que más necesita ese mercado es una masa acrítica, que la gente no piense y que vaya por lo que le venden. Pensar que nosotros estamos fracasando en crear audiencias, no, uno tiene que preocuparse de hacer las películas que uno siente que son las que honestamente no tratan al público como retrasados mentales. Generalmente se hace el ejercicio de pensar  “esto no se va a entender”, “hay que hacerlo más claro”, “la gente se va a aburrir”, osea, ese tipo de cosas ganan público y es muy fácil que una persona sumida en la ignorancia de algo, consuma ese tipo de producto. 

El éxito que ha tenido Huacho (2009) no sólo ha sido a nivel nacional. La película ha formado parte de numerosos festivales internacionales como Cannes, San Sebastián, Toronto, La Habana, Múnich, Bangkok, Mar del Plata…y la lista continúa. Sin embargo, el director recalca que desde donde mejor se entiende es de éste lado del mundo, porque la gente conecta muy bien con los personajes sin el prejuicio de estar frente a una película hecha para festivales. “Afuera siempre está presente cierta expectativa de los gringos hacia el cine latinoamericano y frente a eso hay dos grandes posturas que son súper colonizantes: o les vendemos el exotismo, el realismo mágico, que aquí andamos con palmeras en la cabeza, que vemos fantasmas, que las casitas son de colores y la gente cree en tonterías, o frente a eso mismo hay una reacción inversa y se hacen películas de la ciudad, de gente joven súper sofisticada que habla inglés y que nunca tiene problemas de plata”, reflexiona y recalca que entre estos dos polos seguimos dependiendo culturalmente de lo que piensan los países desarrollados.

– ¿Qué impresiones has tenido del público en el extranjero?

En Europa y en países más desarrollados, hay algunos que la reciben muy bien y hay otros que no, porque sin ver la película ven la lista de actores, se informan de cómo se hizo, los fondos que tiene y caen en el prejuicio que es una película hecha para festivales y para nada es así. Los únicos premios que ha ganado han sido aquí, en Chile o en Latinoamérica y es porque la gente la entiende mejor. Yo siento que Huacho (2009) muestra una realidad sin plantearse como se verá afuera. Por ejemplo, el mismo productor alemán me decía “necesito ver un poco más el paisaje” y yo le respondía, “bueno, si querís ver más el paisaje cómprate una postal o anda a Sernatur”. Esta película no tiene el componente ni de lo exótico ni de lo sofisticado entonces queda en tierra de nadie. También ha pasado que sin verla, algunos han pensado “esta es la típica película de los pobres” de la cosa social. En general la película es bien recibida pero en un nivel súper intimo, no te va a hacer explotar en términos emotivos.  

– Te debe haber costado mantener tu visión…

Si pero no tanto porque yo sabía a lo que iba. El hecho que haya estado financiada antes de hacerse me dio un montón de confianza y claridad, no tenía intenciones de vender o transar esa visión porque me parece que es ahí cuando empiezan las cosas a hacer agua. Prefiero equivocarme con lo que estoy haciendo, que de hecho tiene errores, pero si no lo lograba concretar iba a estar transando. 

EL SALTO A LA DIRECCIÓN

Muchos se preguntarán ¿a qué se debe el éxito de esta ópera prima y de este debutante director? AFA, de profesión Periodista, cuenta que desde niño fue cinéfilo y se dedicaba a investigar sobre directores. Gracias a su hermano llegó a sus manos la revista Enfoques que amplió sus horizontes y su gusto por el cine. Luego, en la Universidad, fue compañero de personajes como Álvaro Díaz y Pedro Peirano (31 Minutos) y junto a Ernesto Garrat (crítico de cine) se juntaban en el recreo a hablar de su pasión común. “Eso fue el año 92’, 93’ y no había como estudiar cine, era difícil. Después por el 2001, me metí a un curso en Nueva York y tuve un muy buen profesor que me mostró un nuevo tipo de cine que yo no sabía que existía. Además, en ese tiempo me compré también una cámara de video y empecé a grabar un montón de cosas”  

– Anteriormente ya probaste la mano dirigiendo los cortometrajes Desde Lejos (2006) que participó en Sanfic y Lo que Trae la Lluvia (2007) tuvo su paso por algunos festivales internacionales…

Lo que Trae la Lluvia (2007), estuvo en competencia en Berlín y ganó unos premios en España. También ganó un festival de comidas en Bologna y fue súper bueno porque eran como 5000 Euros de premio, ¡un montón de plata! Me llamaron un día en la tarde, me contaron la noticia y yo dije “la raja”, nunca había ganado tanto y creo que nunca lo haré con algo. Con Huacho (2009) no hemos ganado nada en términos de plata, parece que los cortos son mejor negocio, es más barato, toma menos tiempo, los puedes mandar a hartos lugares y si ganas y le va bien, puede ser una forma de vida.

– ¿De qué tratan estos cortos?

Desde Lejos (2006) es sobre un tipo que trabaja en la ciudad, en Chillán, va a ver a su mamá al campo y pasa la tarde con ella. Lo que Trae la Lluvia (2007) es casi como el inicio de Huacho (2009). De hecho pensamos en algún momento usar la plata del corto para hacer el largo pero después decidimos hacer el corto tal cual como estaba planificado. Fue una buena idea porque nos permitió conocernos más y sirvió para establecer un sistema de trabajo porque en el primer corto nadie entendía nada, ni el sonidista, ni el Inti (Briones)… todos se preguntaban “que está haciendo este tipo”, entonces al final ver un buen resultado ayudó a cohesionarnos. Vamos a trabajar también en la próxima película con el mismo equipo.

– A propósito de eso, estás preparando tu segundo largometraje, Sentados Frente al Fuego

Hemos estado medios flojos con la preproducción. Vamos a empezar a rodar la última semana de mayo y terminamos en enero, son 4 estaciones. Es la historia de una pareja de mediana edad que vive en el campo, ella tiene una enfermedad y durante ese periodo él la cuida y acompaña. Es una historia súper íntima, chiquita, que tiene varias cosas en común con Huacho (2009) pero al mismo tiempo es bastante distinta aunque igual de ambiciosa. Tiene una mirada sobre la irreversibilidad de la muerte, sobre el fin de algo…

– ¿También trabajarás con actores no profesionales?

Probablemente la haremos con un actor como protagonista porque exige cosas distintas, además necesita plantearse más desde el lado de la ficción, quizás tenga algo de música. De repente trato de hacer esta otra película distinta a Huacho (2009) y me sale igual. Godard decía que uno no hace la película que quiere si no la que le sale y eso es súper cierto.-