«ABC del amor» en la tribuna de «Ecran»
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Otro film nacional en la picota. El capítulo chileno de la película «ABC del Amor«, la coproducción argentino-brasileño-chilena. Se titula «Mundo Mágico» y fue realizado por Helvio Soto, que es quien ha recibido un ataque graneado. La crítica tía dicho, por ejemplo:

* «El episodio de Helvio Soto, «Mundo Mágico», es el que ofrece mayores flancos a las objeciones. El tema es confuso, oscuro, dialogado con evidente ineptitud, pretencioso y al final no se sabe cuál fue la idea llevada al celuloide”. («El Mercurio».)

* «Ni Cecilia Páez ni el resto del elenco —todos de escasa o ninguna experiencia— lograron desempeñarse con acierto en el film. La falla fundamental estuvo en la dirección de Helvio Soto. A un intérprete inexperto se le puede dirigir bien, cuando el realizador es ciento por ciento profesional y domina todos tos trucos.  Ese no es el caso de Soto. De la suma de inexperiencia surgió el grave contraste de actuación del episodio chileno con «Noche Terrible”, de Rodolfo Kuhn (Argentina), y «El Pacto», Eduardo Coutinho, de Brasil. («Las Ultimas Noticias».)

* «Mundo Mágico» es un experimento. La concepción de Helvio Soto para desarrollar un tema «distinto» no significa haber incorporado calidad en su realización. Esta sorprende por lo inadecuada. La fotografía es poco clara y no intenta los planos de ubicación necesarios, concediendo al film un hermetismo defectuoso». (ECRAN.)

¿Qué dicen de todo esto los principales protagonistas del episodio chileno? ¿Qué alegan en su defensa? ¿Qué opinan de «Mundo Mágico»? Esto es lo que ECRAN presenta en éstas páginas. Una tribuna en la cual tres de los protagonistas exponen sus más sinceros e íntimos puntos de vista sobre este film tan discutido.

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A. Miguel Littin: “¡Soy un pésimo actor!”

MIGUEL Littin es el protagonista del film. Interpreta a un director de televisión frustrado por el choque entre sus principios políticos y la mediocridad en que se ve obligado a vivir. Lleva una vida amorosa complicada entre Daniella, su esposa (María Eugenia Cavieres); Gloria, una animadora (Cecilia Páez); Susana, una periodista (Patricia Menz), y una florista (Patricia Guzmán). Así respondió a nuestras preguntas:

—¿Qué conclusión sacó de su actuación en el «ABC del Amor«?

—Confirmar definitivamente algo que ya sabía. ¡Soy un pésimo actor!

—Con su experiencia, ¿por qué no reaccionó ante un guión tan confuso?

—Cada ser humano tiene un mundo personal intransferible, y en el caso de un creador, la necesidad de expresarlo no es cosa de discutirla. El único responsable de lo que se dice y cómo se dice en un film es su realizador. Discusiones más o menos, antes de iniciar un trabajo, tienen solamente importancia cuando uno busca una disculpa personal no valedera. Bellet suele decir:  «las disculpas no se filman».

«Esto no quiere decir que eluda la parte de responsabilidad que a mí me cabe, sino que, por el contrario, todos teníamos muy claro lo que estábamos haciendo, y, de hecho, nadie obliga a nadie a participar en un film.

—¿Cuáles considera los mayores defectos de «Mundo Mágico»?

—1.°. La deficiente actuación, que hace mas difícil la comprensión de un film que de por sí es hermético.

«2. °. No dejar claramente establecido que si bien son criticables los malos hábitos políticos, por lo poco consecuentes que suelen ser ciertos blandos izquierdistas, el enemigo principal siguen siendo las viejas estructuras sociales que mantienen a un país en un subdesarrollo y al hombre que en él vive en la explotación y la miseria. Al hacer de la autocrítica una pose intelectual, se termina mixtificando, y con una posición decadente frente al fenómeno social que en América latina no soporta demasiadas discusiones. Soy un escéptico en la posición revolucionaria con rótulo en la puerta y tarjeta dorada. Pero creo en la importancia de las necesidades masivas y es esto lo que para mí tiene prioridad.

«3.°. La confusa ejecución de un buen tema que en lo formal se torna pretencioso y discursivo.

—¿Y cuáles consideraría sus mejores virtudes?

—Si bien el film no está logrado, vale como intento de un cine valiente y comprometido que no busca el aplauso ni la benevolencia de nadie; no se viste con la falsa modestia del que pide permiso para decir lo que piensa o enarbola banderas que no le pertenecen. Ahí está «Mundo Mágico», con todos sus defectos, pero también con su honestidad, sin complejos, sin dar ni pedir cuartel, pretendiendo decir de una vez por todo lo que no se ha dicho en la sosa historia del cine nacional: la tarea era demasiado grande.

«Creo también que «Mundo Mágico», al plantear discusiones y polémicas, se hace de por sí importante y valedero, abriendo una brecha imprevisible en el desarrollo de un nuevo cine, que busca comprometerse con la realidad política y social de Chile.

«Destaco, además, el uso de un lenguaje moderno, tanto en el estilo de narración como en el montaje. Esto se hace más evidente en relación con los pedestres recursos usados en la inmensa mayoría de los films nacionales. Los ejemplos abundan y están a la vista.

—¿En qué condiciones filmaría usted otra película con Helvio Soto?

—Mientras nuestras posiciones sigan siendo coincidentes, seguiremos juntos en la misma trinchera.

—Si fuera critico, ¿cómo califican? al «ABC del Amor«?…

—No soy crítico ni me interesa serlo. Mis juicios acerca de la película están expuestos en las anteriores respuestas.

B. María E. Cavieres: “El capítulo chileno es siútico y rebuscado”

MARÍA Eugenia Cavieres, una de las principales figuras del capítulo chileno del «ABC del Amor«, se siente también afectada por la forma como ha reaccionado la crítica nacional ante este film.

La encontramos enferma. Sufrió una lamentable caída en uno de los ensayos de la obra «La Niña de la Palomera», de Fernando Cuadra. Allí interpreta el papel protagónico de Ana, que es el más importante de esa obra. Será el primer estreno del Teatro de Ensayo de este 1967, y también el más definitivo en la carrera de esta joven actriz. Una vez que sea dada de alta continuarán los ensayos en los cuales María Eugenia es parte vital.

La actriz interpreta en «Mundo Mágico» el papel de la esposa de Miguel Littin, el protagonista del film. Es una mujer atormentada y debe expresarlo manifiestamente. Respondió con la franqueza que la caracteriza a nuestras preguntas.

—¿Cuál es su opinión sobre el capítulo chileno del film «ABC del Amor«, en el cual le correspondió actuar?

—Me pareció siútico y rebuscado. Me pareció buena la iniciativa de  haber hecho una coproducción, pero lamentablemente la parte chilena es débil y el texto es «tirado de las mechas». Por otra parte no representa lo que es el amor en Chile.

—¿Cómo califica la actuación de los actores chilenos?

—Hay que aclarar… Para mí ese capitulo carece de actuación, puesto que no hay actores… Yo «traté de actuar», pero cuando me vi en la pantalla encontré que mi participación es muy fugaz… Muchas de mis escenas fueron cortadas… Para mí, «ABC del Amor» no fue ninguna gran experiencia como actuación cinematográfica. Otra de las figuras que se salvan es Raúl Espinoza, justamente por eso. Porque es un  actor.

—¿Qué le pareció el guión de «Mundo Mágico»?

—Malo. Lo encontré débil y rebuscado.

—En su concepto…, ¿dónde radica el mayor defecto de la película?

—En el hecho de no presentar con claridad el problema. Se quiso decir algo y no se supo cómo expresarlo. El total  resultó  confuso.

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C. Cecilia Páez: “Espero madurar y estudiar para hacer un segundo intento en el cine”

CUANDO Cecilia Páez vio por primera vez el «ABC del Amor» en la sala del Cine-Club de Viña del Mar, no pudo ocultar sus lágrimas. Salió llorando desconsoladamente.

—Cortaron muchas escenas muy buenas —dijo—. Han dejado algo realmente confuso. Nadie entiende nada.

Posteriormente vio la cinta por segunda vez en el cine Las Condes. Rigurosamente de incógnito. La sala estaba casi llena. Quería ver cómo reaccionaba el público. Un público que había pagado sus entradas y que no pertenecía por tanto a ese mundo de cineastas, amigos, artistas y críticos con quienes la había visto en Viña.

—Contrariamente a lo que yo pensaba —nos cuenta la artista—, un grupo de espectadores me reconoció a la salida. Me hablaron y me alentaron. Querían saber cosas y tuve que responder a muchas preguntas. En general creo que el público reaccionó más bien favorablemente.

«Es que nuestra gente es maravillosa. Tenemos un público noble, que apoya al cine nacional con su asistencia y que sueña con tener un cine mejor.

—¿Cuál considera el mejor mérito del «ABC del Amor«?

—El hecho de haber dado un primer paso hacia el régimen de las coproducciones cinematográficas. Buena o mala, esta película abre definitivamente un mercado más amplio para nuestras cintas. Estoy cierta de que ya empezamos a trabajar un cine nuevo, que trata problemas latinoamericanos con mayor visión y realismo.

—¿Y su defecto más visible?

—El presentar una película trunca, cortada en algunas de sus escenas vitales, que mueve a la confusión del espectador.

—Haciendo un análisis critico. .., ¿cómo califica su labor en el film?

—Declaro que soy una novata en materia cinematográfica. Mucha gente que me ha visto me ha aconsejado que estudie teatro. Lo voy a hacer. Creo, personalmente, que mi papel de Gloria no daba para más. Lo que mayormente me ha dolido es haber defraudado a la pequeña porción de público que yo tenía y que esperaba algo más de mí. Por eso espero madurar y en una próxima película realizar una labor más positiva.

«En el futuro filmaré sólo con directores de largo metraje. Me he prometido no volver a hacer jamás un cortometraje, donde el actor queda siempre tan limitado. Desde el punto de vista fotogénico no me preocupé mayormente, Pero sí me desilusionó el doblaje. Mucha gente ha creído que no es mi voz la que habla en el film. Lo que ocurrió fue que el director nos marcó un tono de voz intencionalmente monótono, de lo cual resultó algo muy extraño —terminó diciéndonos Cecilia Páez.