Actriz. Se la recuerda también como cantante; su voz no mostraba un gran registro, aunque atraía por la calidez de la interpretación. Fue justamente cantando que hace, a los 16 años, su primera presentación pública: en la NBC, de Nueva York, donde su padre trabaja. Vive entonces en los Estados Unidos, país adonde su familia se ha instalado desde 1928. Decide estudiar teatro, pero la familia se opone, y el padre la manda de vuelta a Chile. Cuando todavía no cumple veinte años, filma su primera película, Verdejo gasta un millón (1941), el mayor éxito chileno de taquilla en la década del 40. Al año siguiente reaparece en Verdejo gobierna en Villaflor, yposteriormente viaja a Argentina, donde figura en dos películas. En 1945 se instala en México, y en los tres años siguientes aparece en más de una media docena de films, actuando además en teatro, junto a Gustavo Rojo y Gloria Lynch. Se traslada enseguida a Estados Unidos, donde se casa; con poca fortuna, porque el matrimonio no dura mucho y pierde además la custodia de su único hijo. Participa en Hollywood en algunas películas con Ralph Murphy, un realizador especialista en cintas menores de aventuras. Regresa enseguida a Chile, donde filma con José Bohr, y luego, en un viaje a México, actúa en lo que para algunos es su mejor trabajo cinematográfico: Sábado negro, de Miguel M. Delgado. En 1960 parte a Europa, presentándose en Francia y España, y en 1962 retorna otra vez a Chile. Publica dos libros autobiográficos: Memorias para olvidar (1989) y Lo que el tiempo se llevó (1993), actúa en teatro –se la recuerda en Las preciosas ridículas, de Molière—y participa en diversas teleseries. A pesar de los años transcurridos, conserva en sus actuaciones en éstas el encanto y señorío de sus tiempos de dama joven. En 1995 recibe la Orden al Mérito Gabriela Mistral, otorgada por el Ministerio de Educación de Chile en reconocimiento a su meritoria y dilatada carrera artística.

(Por Ernesto Muñoz, extraído del "Diccionario del Cine Iberoamericano"; SGAE, 2011)