Tras años separados y con sus vidas ya definidas, Hilda, Iván y Carmen, vuelven a reunirse en casa de su madre, por motivo de las elecciones presidenciales. Aprovechando la ocasión, Hilda decide preparar una bienvenida para Fernando, el mayor de los hermanos e hijo predilecto, quien siguiendo su ideología marxista se ha radicado en Cuba y, tras años de no tener contacto con su familia, llegará a Chile en pocas horas. Para recibirlo, los tres hermanos preparan una coreografía musicalizada por clásicos de la nueva canción chilena de los años 60 en medio de una escenografía adornada con afiches y símbolos comunistas. La presión de darle en el gusto a su madre, el ambiente tenso por el resultado de las elecciones, el prejuicio hacia los ideales de Fernando y una muerte muy reciente provocan que estos hermanos se desesperen, colapsen, discutan y demuestren sus diferencias ideológicas y los reales sentimientos entre ellos y hacia Fernando.