Acaba de finalizar la edición número 58 del Festival Internacional de Cine de San Sebastián y dos obras de realizadores chilenos fueron distinguidas por los especialistas del certamen español.
Una de ellas es el más reciente trabajo de Raúl Ruiz, Misterios de Lisboa, cinta de cuatro horas y media de duración que permitió al realizador quedarse con el premio al Mejor Director.
Ruíz ganó la Concha de Plata al Mejor Director por el film basado en la novela homónima del escritor portugués Camilo Castelo Branco. La película se realizó mientras el director padecía un cáncer hepático que lo obligó a someterse a un transplante de hígado en marzo pasado.
Otra producción nacional que regresó de España con una distinción a cuestas fue el cortometraje Ambiente familiar de Carlos Leiva, producción que obtuvo el segundo lugar en la categoría Encuentro Internacional de Estudiantes.
La categoría reunió trabajos de 14 escuelas de cine de 12 países y Ambiente familiar consiguió un premio consistente en la participación en el Short Film Corner, sección del Mercado de Cannes dedicada a la exhibición de producciones de este género.
El Festival Internacional de Cine de San Sebastián tuvo en sus distintas competencias a otras producciones nacionales como los largometrajes Post Mórtem de Pablo Larraín y Nostalgia de la Luz de Patricio Guzmán, películas que competían en la sección Horizontes Latinos, Lucía de Niles Atallah, que participaba en la categoria Nuevos Directores y Mitómana de José Luis Sepúlveda y Carolina Adriazola en la competencia Cine en Construcción.
