El artista visual Francisco Huichaqueo registra a tres modelos diferentes pero con aspecto físico similar, capturando detalles e impresiones de ellas. Predominan, como constante de su trabajo, la video-pintura y la intervención sobre los cuadros de la película, dominados ahora casi en su totalidad por imágenes documentales que refieren principalmente a la ciudad de Santiago. Colabora además con Mario Z en torno al diseño sonoro, acercándose a atmósferas más misteriosas y tranquilas.