Santiago, Chile
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Camarógrafo y director de fotografía. Su vocación por el cine se define al participar como asistente del director de fotografía Ricardo Younis en la película El paso maldito (1950), de Fred Matter. El paso siguiente es hacerse cargo de la cámara en La cadena infinita (1950), de José Bohr, Río abajo (1950), de Miguel Frank, y El último galope (1950), de Luis A. Morales. La buena calidad de su fotografía es destacada por la crítica y recibe interesantes ofertas de trabajo; prefiere sin embargo irse becado por un año a España para profundizar sus conocimientos cinematográficos. Tras su retorno, se encarga de la cámara y comparte la fotografía con Andrés Martorell en el filme de José Bohr, Uno que ha sido marino (1951), y luego se incorpora a Emelco, empresa que produce además de un noticiario fílmico, documentales institucionales y publicitarios. Entre algunas de las realizaciones de Ferrer como director de fotografía para esta empresa se destacan, entre otros, documentales dirigidos por Boris Hardy; Jorge Di Lauro y Julio García del Río. En 1959 Bruno Gebel le confía la fotografía y cámara del largometraje, La caleta olvidada (1959). En los años siguientes, asume cargos ejecutivos en Emelco, aunque se da un tiempo para codirigir con Julio García del Río el cortometraje, Diálogo de la Universidad con la calle (1963) y antes del término de la productora, En Valparaíso, ciudad mágica (1969), una de sus últimas realizaciones para dicha empresa y la primera que dirige solo. Incursiona un tiempo en otras productoras y canales de televisión para luego orientar su quehacer a la docencia, incorporándose definitivamente a ella, primero en la Escuela de Artes de la Comunicación, EAC, de la Universidad Católica de Santiago, para proseguir, tras el cierre de este establecimiento en 1973, en el Instituto de Arte de la Universidad Católica de Valparaíso y otras importantes instituciones académicas. Por el conjunto de esta destacada labor, en 1993, la Cineteca de la Universidad Católica de Valparaíso le entrega un reconocimiento por “haber creado las asignaturas de cine en esa casa de estudios, y entregado la enseñanza del lenguaje cinematográfico a muchas generaciones de estudiantes”.
(Por Eliana Jara, extraído del "Diccionario del Cine Iberoamericano"; SGAE, 2011)