Chela Bon
Dirección / Actuación /
Nacimiento
2 de julio de 1926
Santiago, Chile
Defunción
23 de enero de 2010
Los Ángeles, EE.UU.
Actriz y productora. Nacida en un hogar de clase media con siete hermanos, mostró interés por el cine desde muy temprana edad. Se inscribe muy joven en la Academia de Formación Actoral que dirige Pedro de la Barra, maestro de varias generaciones, y poco después en 1944 inicia su carrera cinematográfica con una aparición fugaz en la película de Moglia Barth, Romance De Medio Siglo.  Al año siguiente alcanza ya una presencia más visible en La amarga verdad, dirigida por Carlos Borcosque, para lograr ese mismo año un rango protagónico en La casa está vacía.  Este rol le permite demostrar sus condiciones de artista dramática, aunque los papeles de comedia tampoco le son ajenos, como lo prueban El diamante del Maharajá –en que se actuación al lado de Horacio Peterson, con quien ya se había dado en el film anterior, hacían pensar en la formación de una pareja con porvenir fílmico--, y en El padre Pitillo. Estas dos películas tienen una buena acogida pública, pero son algunas de las últimas que logran producir los estudios Chile Films antes de su quiebra definitiva. Chela Bon figura a partir de entonces en producciones de carácter independiente: Sueña, mi  amor, una comedia cuyo éxito de taquilla se apoya en la fama del protagonista del film, el cantante argentino Leo Marini, de gran popularidad en esos años. Viene luego Si mis campos hablaran, donde comparte protagonismo con el actor y director argentino Armando Bo. Chela aparece en una escena que no tiene precedentes en el cine chileno: aparece bañándose desnuda en un lago. En 1947, el director mexicano José Rodríguez viene a Chile a filmar Yo vendo unos ojos negros, basada en una conocida canción chilena del mismo título. El film está hecho a la medida de la popular Evita Muñoz, “Chachita”, niña prodigio del cine mexicano. El carácter internacional de la producción le suscita por primera vez a Chela Bon la idea de la emigración como fórmula posible. El año 49 participa en la película El paso maldito, que protagoniza con Lautaro Murúa, entonces un joven debutante del cine chileno, quien llegará con los años a convertirse en notable director de la cinematografía argentina. Chela viaja enseguida a Estados Unidos y estudia en el Pasadenna Art Studio, que despierta su interés por el teatro. De vuelta a Chile, se inscribe en el Teatro Experimental de la Universidad de Chile, donde sigue cursos de actuación. Realiza temporadas en los denominados Teatros de Bolsillo y en los inicios de la televisión local, aparece en algunos teleteatros. En 1959 muestra sus avances en el género dramático en el film Un viaje a Santiago, que protagoniza junto a conocidos intérpretes de la escena nacional. Se casa por tercera vez en Estados Unidos, país adonde finalmente ha emigrado, logrando una situación estable que le permite desarrollar una interesante labor social con la comunidad latina en Los Angeles, California. Interesada como siempre en el tema del cine, colabora en labores de producción con Roger Corman,  y a la muerte de su marido, opta por las funciones de productora, primero en el film Dulce venganza, con Bruna Lombardi, conocida actriz brasileña, y enseguida en Cruz del Sur, con la chilena Valentina Vargas, reservándose ella misma un pequeño papel en la película. En los últimos años, Chela Bon estuvo trabajando en un proyecto basado en la vida de Catalina de los Ríos y Lisperguer, La Quintrala, que tenía guión de Gustavo Frías (Julio comienza en julio).

(Por Ernesto Muñoz, extraído del "Diccionario del Cine Iberoamericano"; SGAE, 2011)

Filmografía Chilena
Actuación (10)
Largometraje de ficción
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