Moni (17), perdida en la noche, mientras recorre las calles de Estación Central, se reencuentra con su amigo imaginario de infancia, el Niño Ojos de Linterna (8), quien revive sus terrores nocturnos, en donde unas criaturas la persiguen, entre ellas un hombre de aura negra. Moni intenta escapar, pero el hombre se convierte en un lobo y la devora. Moni despierta confundida frente a su reflejo, ya no distingue entre la realidad y el sueño, teniendo un encuentro caótico y sensorial con su yo más profundo. 

Este cortometraje corresponde a un proyecto de titulación de la carrera Dirección Audiovisual de la Pontificia Universidad Católica de Chile y contó con la asesoría de Niles Atallah.