Aída, una joven de provincia recién llegada a Santiago, silenciosa y observadora, ha comenzado a trabajar como empleada doméstica en una familia disfuncional compuesta por una madre y su hija, quienes esconden un doloroso secreto. Aída vive en permanente soledad y contemplación. Un día, después de un confuso y azaroso incidente , Aída conoce a Michel, un joven sordomudo repartidor de correspondencia en motocicleta. Michel conduce a Aída a un viaje irreversible por los recodos de Santiago , caótico y pleno de riquezas escondidas. La comunicación entre estos dos seres silenciosos e inadaptados se instala y desarrolla valiéndose de los recursos lúdicos de una permanente búsqueda y capacidad de asombro, en el contexto de una sociedad absolutamente contrastante . Precisamente es el azar y la dinámica de esta misma sociedad enferma, lo que enfrentará a Aída consigo misma, con sus secretos y con el mundo externo que rehuye: Aída esta vez, está obligada a crecer.