Aborda desde planos simbólicos la inminencia de una reunión signada por la violencia y la amenaza. La muerte y la destrucción rondan a cada uno de los personajes, que se entregan a perturbaciones somáticas y lingüísticas que no pueden resolverse. El pasado, presente y futuro junto con confundirse no presentan diferencias entre si. La tragedia es simultanea e irreversible. La obra transita por una zona diversa de la cinematografía comercial y a las pautas de esa industria, más bien se inscribe como documento crítico no comercial que busca tensar los discursos y así proponer otras imágenes y nuevas relaciones visuales para pensar, desde lugares no oficiales, los distintos paradigmas en los que se cursa la violencia. Video instalación de la premiada artista nacional Lotty Rosenfeld compuesta por diversas proyecciones y pantallas móviles a lo largo de la galería.