Patricio Contreras repasa su trayectoria en «El Mundo Sin Brando»
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Una interesante conversación de alrededor de ochenta minutos, sostuvo el programa de radio sobre cultura cinematográfica, “El mundo sin Brando”, -transmitido por Radio Santo Tomás y alojado en Podcaster.cl-, que conducen el arquitecto Andrés Daly y el periodista Víctor Hugo Ortega, junto al actor chileno-argentino Patricio Contreras.

Escuche la entrevista completa de Patricio Contreras en el 9º capítulo de la 3ª temporada de “El mundo sin Brando”:

O descargar capítulo acá.

Radicado al otro lado de la cordillera desde el año 1975, Contreras analizó junto a los conductores, tres importantes cintas de su filmografía: La Historia Oficial (Luis Puenzo; 1985), La Frontera (Ricardo Larraín; 1991) y Sexo con Amor (Boris Quercia; 2003). De la primera, comentó la importancia que tuvo para él, trabajar en este film argentino que aborda el feroz drama de las guaguas robadas durante la dictadura del vecino país y que se convertiría en el primer filme latinoamericano en ganar un Oscar a la mejor película extranjera. “Siempre me halagó muchísimo que el personaje fue escrito pensando en mí. De ahí que el personaje sea un profesor de Mendoza, un poco para emparentarlo con mi tipo físico y con mi acento, que en aquel momento, en el año 1984-1985, tenía más rastros de lo que aún queda de acento chileno”, sostiene Contreras sobre esta cinta que lo marcaría como actor en su carrera.

Del mismo modo, recordó su papel protagónico en La Frontera, en donde al igual que en La Historia Oficial, personificaba a un profesor, pero que en esta ocasión era exiliado en su propio país ―en el sur de Chile― y debía comenzar una nueva vida, alejado de su familia. Contreras asegura que “fue un personaje muy difícil desde el punto de vista actoral, porque si bien es un protagonista excluyente, es un personaje que observa, habla muy poco, es un personaje que mira. De alguna manera tiene la responsabilidad de orientar la mirada del espectador, es un personaje que sufre la acción, no es un personaje que la genere”, comenta sobre una de las películas más importantes del cine chileno en la vuelta a la democracia.

Patricio Contreras en su rol de Ramiro Orellana en La Frontera, protagonizaría una de las escenas más recordadas del cine nacional, cuando habla desde un punto de la isla en que se encuentra, hacia una distante balsa en donde están su ex-esposa, su hijo y un amigo. Sostienen una conversación a gritos por la distancia que los separa y su personaje canta una estrofa del himno del club de fútbol Universidad de Chile, para conectarse con su hijo que lo mira confundido. La escena avanza y antes de despedirse, el muchacho le devuelve otra estrofa del himno a su padre. Contreras recordó con emoción, junto a Ortega y Daly esta secuencia. “Habla del dolor, de ese encuentro con ese hijo, de la historia ausente de una relación, entonces lo único que queda son algunos rastros del himno de un club, para tratar de retomar ese contacto. Es una escena verdaderamente muy dolorosa, muy esencial en donde apunta, en como el exilio más allá del abuso, de las torturas, del castigo corporal; provoca daños en el alma, provoca daños en la persona, en lo que constituye a una persona que es su historia, en robarle la posibilidad de saber quién es, o de estar con quien quiere, argumenta. 

Respecto a Sexo con Amor, Contreras valoró el éxito de esta cinta, que hasta hoy figura como la más vista de la historia del cine chileno con cerca de un millón de espectadores en salas. “Es una comedia brillante desde el guion, cómo retrata a los chilenos con nuestro conservadurismo, con nuestra moralina, con nuestro machismo. Creo que se anima con un tema sorprendente para tratar de descontracturar la mentalidad chilena”, afirma el actor.

Su personaje, Jorge, un escritor que tiene como amante a Luisa (Sigrid Alegría), es recordado por una aguda escena de despecho, en que lanza una serie de improperios a su amante, al verla con su esposo en una actitud cariñosa. El monólogo, que cierra con la frase “mujer de malos sentimientos y la conchesumadre”, ha trascendido a la película y hoy es una pieza de culto para los espectadores. La escena actualmente está  colgada en Youtube, con más de 350 comentarios y cerca de 300 mil reproducciones.

Por otra parte, Patricio Contreras se confesó en “El mundo sin Brando” como un seguidor del cine clásico, asegurando que muchas de las películas que hoy están consagradas como: Los Siete Samuráis (Akira Kurosawa; 1954), La Dolce Vita (Federico Fellini; 1960), Espartaco (Stanley Kubrick; 1960) y Psicosis (Alfred Hitchcock; 1960), él las vio en los cines de barrio, como un entretenimiento que correspondía a una época y no como una obligación de ir a ver obras de arte. “Yo no me voy a transformar en un latero que dice que todo tiempo pasado fue mejor, pero la verdad es que en materia de cine yo me atrevería a decirlo”, asegura el actor, quien no se siente muy interesado por el cine en la actualidad. “El cine que nos venden hoy, El Hombre Araña, Batman, el chancho que habla, o un ratón que dialoga con seres humanos, ya me parece una especie de entretención audiovisual que corresponde a otra cosa. Alcanza con que uno vea las sinopsis para enterarse de lo que vale la pena ver y ya está, pero esto de 3D, de irse a poner los anteojitos, a mí me parece una entretención legítima, pero que tiene que ver con otra cosa que no tiene nada que ver con el cine”, manifiesta Contreras.

Admirador de Werner Herzog y de Wim Wenders, Contreras contó también a Ortega y Daly de su participación en la película Gringo Viejo (Luis Puenzo; 1989), en donde compartió roles con Jane Fonda y Gregory Peck. Con este último tuvo una especial relación de amistad, que lo llevó a compartir un par de veces en su casa en Beverly Hills. “Él era un hombre de una enorme elegancia, de un gran sentido del humor, como un caballero victoriano. Era un gran admirador de Pablo Neruda. Conseguimos una relación muy afectuosa. Él se comportaba como si yo fuera Gregory Peck y él Patricio Contreras”, sostiene con ironía.

Consultado por los conductores sobre el cine chileno actual, el actor declaró su gusto por La Nana (Sebastián Silva; 2009). “Me pareció extraordinaria la actuación de Catalina Saavedra, me pareció muy inteligente en esa película como en el ámbito familiar te cuenta una sociedad, sin transformarse en un panfleto ni en una prédica pretenciosa. Simplemente por la recreación que hace de cómo son las relaciones en una familia y las relaciones con el personal subalterno. Como se da el retrato fidedigno de una sociedad y una mirada muy profunda acerca de nuestros complejos, de nuestra manera de ver el mundo y relacionarnos. Una película en ese sentido impiadosa, con una mirada muy humana acerca de cómo somos”, argumenta.

Hacia el final de la entrevista, Patricio Contreras dijo ser un admirador del trabajo actoral de Marlon Brando, Robert de Niro, Anthony Hopkins y, sobre todo, del italiano Vittorio Gassman. “Tuve la oportunidad, la fortuna de decírselo a él personalmente, que fue el culpable de que yo me dedicara a esto de ser actor, de teatro, porque la expresión de Gassman como actor era más bien histriónica, más bien grande, más teatral. Yo decidí ser actor cuando vi lo que hacía ese hombre en la pantalla, lo bien que la pasaba. Y reconozco que en la comedia siempre ha habido algún un rastro de él, un intento no de imitarlo, pero sí de resolver con recursos que él tenía como actor, concluye Contreras entusiasmado.