Entrevista a Víctor Cubillos, director de «Morales, el reformador»
Películas relacionadas (1)
Personas relacionadas (1)

¿De donde nace “Morales, el reformador”?

– Cuando yo estudiaba en Berlín durante el 2004 ví la película Muxmäuschenstill (2004) -que fue un hit en Alemania- y tal como muchos que loco porque fue una revolución para el cine alemán independiente, que hay muy poco, ya que la industria es muy regulada y completamente financiada por el gobierno, entonces siempre son en general políticamente muy correctas. Esta película costó 40000 euros, fue autoproducida y recaudó 1,3 millones de euros. El tema que presentaba, el autoritarismo, que de alguna manera se relacionaba con la imagen de Hitler y me dio la impresión que también se relaciona con la cultura chilena, que también tiene una tendencia histórica a cierto autoritarismo, no sólo por Pinochet en los últimos 40 años, sino por esa cosa de patrón de fundo tan propia de nuestra idiosincrasia. Unos años después hice mi primera película 31 de abril, un falso documental y después me puse a trabajar en esta película, conseguí los derechos y aquí estamos. Los realizadores del filme alemán se sintieron muy honrados de que un chileno quisiera hacer un remake de su película, fueron muy buena onda, nos cobraron muy barato por los derechos. Ahora estoy viviendo de nuevo en Berlín y soy muy amigo de ellos, especialmente del guionista.

La película sigue a este personaje principal que es una especie de justiciero social…

– Así es, una persona que al igual que muchos de nosotros se siente cansado pero que a diferencia de muchos, él decide tomar la situación del Chile actual, de la pérdida de los valores, de la falta de solidaridad, de el pasarnos a llevar unos a otros, y se hace cargo, lo toma por sus manos y va al día a día enfrentandose a eso. No se transforma en un líder político, ni se pone capa ni nada de eso, de hecho él no es un héroe y para muchos es un antihéroe finalmente porque luego vemos que es un fanático y un psicótico. Entonces él va siguiendo desde los borrachos que salen de las discos ebrios a manejar, a las cuicas que roban en un mal, al que orina en una piscina pública y así los detecta y les pasa una multa; pero sin autoridad alguna más que su actitud, su retórica y una pistola que guarda bajo su traje.

morales_.jpg

Pero en la película nadie lo cuestiona. Y también eso es parece ser muy chileno, el que frente a una autoridad muchas veces cuestionada o inexistente como ésta, quedan todos pasmados y lo dejan ser y hacer.

– Algunos han dicho que esto llega a rozar lo irreal porque se nadie va a dejar cobrar $20.000 por un tipo que llega y se lo exige, pero también eso me lo dio el gran actor que logró darle un carácter fuerte y de muchas presencia al personaje, una cosa muy teatral.

A pesar de que la película viene de una película alemana, es tremendamente idiosincrática y es muy contemporánea al Chile que vivimos hoy día, ¿Cómo fue ese ejercicio de adaptación cultural?

– Nuestra película se va mas a lo social, entonces el tema de la desigualdad es fundamental y que creo que funciona, ya que la idea con el co-guionista era no cambiar mucho la idea ya que creíamos que en tiempos de globalización las sociedades finalmente no se diferencian tanto. Hay cosas que las hacen similares, hay muchos europeos que vienen a Chile de vacaciones que dicen que encuentran que somos los alemanes de Latinoamérica, claro que a modo de decir ya que somos un poco más ordenados, y con lugares limpios y otras cosas. En abril la película estuvo en Chicago y tuvo un circuito de festivales bastante bueno a pesar de no ser una película típica para festivales.

553375_418072271562746_1932905762_n.jpg

Tú empezaste a entusiasmarte con la idea de esta película cuando vivías en Berlín, pero Chile ha cambiado muchísimo desde que te fuiste a cuando volviste, ¿Cuánto de eso influyó en el proceso de adaptación – la aparición de los movimientos sociales y del ciudadano más consciente-  en el proceso de producción de la película?

– Todas las cosas que nosotros grabamos fueron antes del movimiento estudiantil del 2011 entonces estamos súper contentos de haber escrito esas líneas con muchas de las palabras que se mencionan hoy, mucho más que hace tres años como conciencia, respeto hacia el otro , responsabilidad individual, y todo eso es lo que proclama nuestro personaje. Que tenemos que hacernos responsables de nuestros actos, porque hemos dejado mucho que los políticos hagan las cosas pro nosotros, que la tarjeta de crédito haga las cosas por nosotros y nosotros tenemos que saber que estamos dentro de una sociedad de cooperación. Yo te diría que en la forma no cambió la película  ya que esa mi intención desde que la vi el 2004, y esa fue una de las razones por la que me fui a estudiar a Berlín, ya que no me sentía muy cómodo aquí porque veía y sufría como mis amigos se endeudaban, pero si cambió en términos de imagen ya que nos enfocamos en nuestro tema social, grabando en las manifestaciones sociales, también grabamos cuando Chile contra Honduras y metió su primer gol el 2010, y de todo eso nos nutrimos ya que coincidía el discurso que nosotros teníamos desde ya antes de la producción de la película.

La crisis de liderazgo que tenemos y que queda súper evidenciada en este momento de campaña presidencial, ¿Cuánto de eso estuvo en tu escritura de guión y hoy día cuando ves de nuevo la película?

– Eso lo tuvimos muy presente pero era más bien un ánimo nuestro, y ahora el contexto que tenemos en este momento fue lo mejor que nos pudo haber pasado para el estreno porque nosotros hace ya 5 años teníamos pensado y escrito el guión; y siempre intentamos mantener el humor negro. Creo que llegamos a tener una película bastante en el medio, no es ni una película contemplativa, ni muy de festival pero tampoco es tan televisiva como Nicolás López o Kramer, lo que puede ser bueno o puede ser un riesgo ya que no sabemos si va a llegar a los 2 nichos, entonces estamos muy expectantes.