Entrevista a José Francisco Fonseca, director de Omkudhe
Películas relacionadas (1)
Omkudhe (2001)
Personas relacionadas (1)

Pensar que luego de siglos aún no logramos comulgar íntegramente con la otra mitad de nuestro semblante, de nuestro más profundo raigambre étnico. El rechazo impregnado, sistematizado e institucionalizado heredado por los eternos criollos y proveniente en línea directa tanto desde los extranjeros que llegaron arrasando y sodomizando esta irregular tierra, como por los oportunos emprendedores luego de la “consolidación” de la incipiente nación, aún no cesa. Cada cierto tiempo se vuelve a revitalizar el desprecio y la publicitada vergüenza que debe sentir el mestizo chileno, con aires de nobleza europea, frente el nativo mapuche (por nombrar la etnia característica de nuestra región), vergüenza que rara vez ha sido frenada y asumida como lo que es: un instrumento de segregación y optimización del desequilibrio cultural que beneficia la sumisión del avergonzado. Arrasar a como de lugar ha sido la consigna, partiendo por la cultura para luego continuar con el molestoso e improductivo aborigen y su animismo. 

Afortunadamente cada cierto tiempo también se oxigena nuestra neurótica relación con los que consideramos una otredad extraña y hostil, y se intenta acceder, al menos con delicadeza, en alguno de los misterios del pueblo mapuche. Omkudhe, que no ingresa en el escabroso terreno de la lucha ideológica ni tampoco busca elaborar el discurso que hoy rara vez sale de lo bélico, fue realizado hace una década y está muy alejado de la tecnocracia autocomplaciente del exasperante High Definition.

El corto documental en cuestión atraviesa con la razonable rusticidad que puede poseer un estudiante, el viaje de una machi a la capital para entregar una pincelada de una cosmovisión y una lógica primordial, dinamizada por concepciones naturales que escapan a nuestro acotado imaginario que no claudica en imponer “modelos de desarrollo” eficientes al mancillado Arauco.

0. RELATORA (HUINCA)
El corto comienza con una peculiar voz femenina de tono oficial y sutilísimo sentido del humor. Cuéntame de la utilización de éste recurso, pues luego desaparece del todo (aunque sinceramente uno no la extraña).

La voz inicial es de Sofía Painequeo, el texto fue sacado de un discurso que la propia Sofía dijo en un seminario sobre medicina mapuche. Lo elegimos para introducir el tema del documental porque pensamos que era una buena forma de empezar a contar esa historia, en dónde se explicaba qué es una Machi. Lo del sutil sentido del humor, es una apreciación subjetiva, nunca fue hecho con esa intención. Puede que tenga algo de naif, pero en ningún caso es intencional. Debe ser parte del hecho que éramos en ese tiempo estudiantes aprendiendo a hacer películas. 

1. EL VIAJE
El gatillante de este viaje iniciático (o tal vez terminiático) para el personaje (y para ustedes), es la misión de salir de su tierra para ayudar de alguna manera a otros ¿Cómo llegan ustedes a coincidir con esta “primera” incursión de la Machi en la capital? Y ya que el personaje es una especie de “elegida” ¿Cómo se ganaron la confianza de la Machi? Pues me imagino que todo el aparataje técnico le era aun mas extraño que los mismos huincas con su oficio.

La idea original de este trabajo era simplemente mostrar a una machi y conocerla a través de entrevistas. Cuando empezamos la investigación no teníamos ningún contacto y menos a la famosa machi. Una vez fuimos a un seminario sobre medicina mapuche que se hizo en el Goethe donde conocimos a Sofía Painequeo, y a través de ella conocimos a Irma Chehuán, que estaba en Santiago, haciendo estas visitas para sanar a los huincas. Fue ahí donde se nos dijo que la machi Irma volvería unos meses después, ahí hicimos el contacto y ahí surgió la idea de viajar al sur y acompañarla en este su segundo viaje. La confianza se logró a través de la honestidad y de la intención que teníamos de aprender de su cultura, lo que fue captado tanto por Sofía como por Irma. 

2. CELULOIDE/VIDEO
El corto articula material en dos tecnologías diferentes. Cuéntame de particular tratamiento video/celuloide en el documental y en base a que criterio fue siendo utilizado a lo largo de las escenas.

En esa época en la escuela, todo documental tenía un porcentaje de cine para ser utilizado. En un principio, teníamos la intención de usar la parte de cine para algo en específico, pero finalmente en el montaje, nos dimos cuenta que la mezcla de formato, no necesariamente tenía que responder a algo narrativo y creo que se produce de una manera bastante arbitraria y funciona casi como un collage de formatos. También usamos película vencida en las imágenes que se ven al principio y una cámara Bólex de 16 mm, que es una cámara portátil, lo que le da un aire como de película antigua. 

3. EL DESTINO
Al comenzar el corto, la Machi manifiesta un sentimiento interesante (por lo contradictorio), algo así como que su oficio es parte de “su destino”, una carga impuesta mas que una vocación consciente. ¿Como fue tu relación con la Machi fuera de cámara y como iban planteándole situaciones o trabajándola como personaje?

Nosotros la fuimos a entrevistar a su casa en Lumaco y sólo al día siguiente empezamos a grabar propiamente tal. La acompañamos en el viaje a Santiago y la grabamos acá en sus consultas y luego en el paseo al cerro. Nos dimos cuenta que era una mujer común y corriente, muy simple y accesible. A medida que uno conoce a las personas se da cuenta que no es tan distinta a uno. Teníamos conversaciones triviales y, a pesar de las diferencias culturales, nos entendimos muy bien. Nunca la consideramos un personaje, por lo menos no en el momento del rodaje. 

4. ESTRUCTURA
Siento la voz de la Machi más como erudita especuladora que como ejecutora de sanación, o al menos es la imagen constante que extraigo del corto. ¿Cómo fueron trabajando el guión o la estructura para dar cuenta de lo que querían narrar? ¿Qué opinión tenías de la medicina mapuche y como cambio esta visión al finalizar el proyecto?

La estructura en gran parte fue dada por las entrevistas. Si había una intención de aprender de la cultura mapuche, si había algún prejuicio en ese sentido por parte mía, era precisamente ese, el considerar a nuestra cultura occidental como una cultura enferma y el buscar alternativas de “cura” en la cultura mapuche. Partimos con esa idea y por eso las preguntas que le hicimos fueron en esa dirección. No nos equivocamos, creo, porque la Machi tiene una opinión muy certera en ese sentido.

5.. LENGUAJE COMO DOCUMENTO
La Machi habla con dificultad el español, pero en la secuencia donde da cuenta del como se le reveló este oficio adquiere un tono casi de regresión mística bien fascinante, justamente porque ésta expele su experiencia en un veloz e intrincado mapudungun. ¿En algún momento pensaron en que la voz en off y el relato completo fuese por completo en mapudungun? Me gustaría saber como llegaron a la decisión de hacerla hablar español sabiendo que no era este idioma una manifestación genuina de su cultura.

Lo del español no fue una decisión nuestra. Irma habla español y hablaba español cotidianamente con nosotros. Al contrario, tuvimos que pedirle que la parte del cómo llegó a ser machi fuera en mapudungun.  El español también es parte de su cultura. Convive cotidianamente con el mapudungun, ya que están absolutamente insertos en nuestra cultura, a pesar de conservar la mapuche con tanta fuerza. 

6. CREER
Es muy relevante el hincapié que hace tanto la Machi como sus pacientes respecto al “creer” o tener “fe” en la metodología sanadora a implementarse. Tú en particular, ¿creías en la Machi: como personaje, como sanadora, como heraldo de un cierto misticismo y que utilizaba procedimientos tales como sacrificar animales e interpretar sus vísceras? ¿Crees que hay que “creer” en un personaje para retratarlo?

Yo creía y creo en la Machi. Pero no creo que haya que creer en un personaje para retratarlo, ahora bien, es delicado eso que tiene el documental de transformar personajes reales en entes de ficción, al retratarlos. En general el documentalista puede caer en la tentación de distanciarse lo suficiente de sus “personajes” en pos de la película, pero ahí empiezan a parecer algunos dilemas éticos…

7. PACIENTES
En un momento comenzamos a conocer a los pacientes y los rústicos métodos usados por la Machi, pero súbitamente surge la voz de la Machi y su cátedra respecto la nefasta personalidad depredadora-depresiva del Huinca. ¿Habían pocos pacientes disponibles o porqué motivo no vemos el proceso de sanación que se avecinaba?

La visita de Irma a Santiago fue por pocos días. Con ningún paciente hizo un tratamiento demasiado profundo, en general los atendió una sola vez y sólo se limitó a darles su respectiva solución en ese momento. A algunos los habrá atendido más de una vez, no recuerdo mucho, pero en concreto creo que las atenciones, todas fueron en sólo tres días. Ya que pronto ella volvió a Lumaco.

8. CERRO HUELEN
La escena final, “La Ascensión de la Machi” a un reducto tan revelante para los pueblos originarios que vivieron en el valle de Santiago se da un giro narrativo significativo para esta misión originalmente altruista ¿Cómo se llegó a desarrollar esta escena? ¿o fue una motivación proveniente de la Machi el visitar el montículo de sus ancestros?

No, fue una idea de nuestro camarógrafo Américo Pesutic. Quedaban algunas latas de película, y se le ocurrió llevarla a visitar el cerro, precisamente por el significado con la cultura mapuche, pero como también a nivel fotográfico era una alternativa interesante.  Irma no conocía el lugar, ni tenía mayor información sobre el cerro, pero adoró el paseo.

9. “ARCADAS”
La Machi expone progresivamente y con amargura su visión de mundo, del mundo Huinca al menos. Habla de un espíritu odioso, envidioso, una otredad enfermiza y poco dispuesta a sanarse. Da la impresión de que la idílica comunión casi new wave entre naturaleza y civilización es poco probable y se manifiesta fatalmente evidente con este homogéneo testimonio. Finalmente al parecer la alienación triunfa y la Machi solo quiere retornar a su tierra: Lumaco. La Machi es categórica y da poco espacio para la esperanza, mucho de lo que ve del Huinca le repulsa. ¿Qué conclusión sacaste tu luego de finalizar este documental respecto a todo lo vivido?

Sólo reafirmé esa intuición que tenía de que nuestra cultura está enferma, al hacerle la pregunta, me encontré con esa maravillosa respuesta llena de sabiduría que expresa Irma hacia el final. Para mí fue una gran experiencia de aprendizaje y acercamiento a una cultura que en muchos aspectos es mil veces más lúcida que la nuestra.