FeSanCor tiene ya una importante trayectoria instalando el cortometraje como una expresión cinematográfica importante. ¿Cuáles son las evaluaciones que ustedes tienen a estas alturas del aporte que ha hecho FeSanCor al desarrollo audiovisual chileno?
-El  balance de estos años ha sido bastante positivo porque se ha abierto una ventana que no existía y que permitió, en un comienzo, que todos los estudiantes de audiovisual y cine tuvieran un lugar donde pudieran exponer sus trabajos y el formato fuera evolucionando de alguna manera. Recordemos que nos tocó vivir toda la época del experimental; nosotros tenemos una ventana fuerte en lo que es el experimental como un trabajo contemporáneo a nuestro tiempo, con nuevas tecnologías y todo lo demás, entonces de alguna manera ha sido la cuna o el semillero de cineastas que hoy en día están haciendo trabajos, largometrajes importantes. Hablo de nombres muy conocidos para ustedes como Andrés Wood, Boris Quercia, etc. Tenemos en ese sentido un balance muy positivo. Ahora, a lo largo de los 17 años obviamente se han visto algunas cosas interesantes, por ejemplo,  este año vemos que la participación de las mujeres ha crecido muchísimo a los años anteriores. De 25 trabajos en competencia, 15 son de realizadores femeninas, eso nos está dando señas de que el tema del cine en sí se está abriendo mucho más que antes porque antes éramos puros hombres en este tema y la idea es que se pueda mostrar de una manera más pluralista y bueno tenemos un montón de novedades este año para contar.

En estos 17 años ustedes han sido testigos de la avalancha de jóvenes realizadores que vienen desde las escuelas de cine y de los institutos profesionales formados en audiovisual. ¿Cómo ustedes también le han tomado el pulso a esas nuevas generaciones de realizadores?
-El origen del festival justamente nace de una escuela de cine, de la Escuela de Cine de Arcos, al que estuvimos ligado por un buen tiempo. Entonces, aprovechando los mismos trabajos de los alumnos esto se fue dando, primero en Santiago, luego se invitó a gente de todo el país, y siempre fueron las escuelas las protagonistas de este festival. Ahora, esto se fue profesionalizando, el lenguaje se fue afinando, las metodologías y los contenidos se fueron depurando a tal nivel que, ya con los invitados latinoamericanos y mundiales, el tema de la curatoría se fue haciendo más exigente. Por lo tanto, ha habido un crecimiento, un desarrollo, de quienes partieron mandando sus trabajos siendo estudiantes de primer o segundo año de cine o audiovisual y que cuando han terminado su carrera su lenguaje, su forma de ver las cosas, es distinta, porque al ver trabajos de otras partes se dan cuenta de que hay miles de formas de contar un mensaje y trabajan la creatividad. Se ha ido agudizando el ojo tanto de quienes hacen como de quienes eligen las obras y eso ha sido un desarrollo tremendo. El otro día veíamos algunos avances de trabajos que son de una factura bastante buena y muy alta. Si bien el fondo es lo más importante, en términos de forma queremos darle a partir de este año  un carisma distinto al festival, queremos abrirlo mucho más hacia todos los espectros sociales y, en ese sentido, el festival está preparando actividades regionales. Estamos haciendo capacitaciones en regiones, estoy viajando a Puerto Varas, por ejemplo, los fines de semana porque estamos haciendo unos cursos de cine allá y estamos rodando cortometrajes de alumnos de ese taller en formato cine de alta definición. Hay mucha gente que tiene mucha creatividad pero que no tiene los medios como para pagarse una carrera de cine y estas oportunidades son fantásticas para quienes tienen todo el interés de aprender y están dentro de las ciudades a las que estamos llegando. Nosotros le entregamos esta herramienta y les producimos las películas en una coproducción que estamos haciendo con Cine sur y Atómica, la empresa de postproducción, y le entregamos sus trabajos para que puedan darse cuenta de que esto no es imposible, no es una tarea que sólo sea traducible al poder adquisitivo porque hay que darle la oportunidad a las personas que tienen muchas capacidades. Estamos en una “parada” muy productiva y de llegada al público a todo nivel. Por eso la invitación es súper abierta para que la gente pueda ir este año al festival, la entrada está muy barata, vale $600 a la Cineteca Nacional para los estudiantes.  Ojalá que puedan llenar las salas todos los días; esto empieza desde las 17:00 hrs. hasta las 22:00 hrs.

Además se pueden llevar un excelente festín porque el equipo de FenSaCor ha armado cada día en bloques, de documental, de ficción, de animación, y uno con eso puede hacer una buena mirada respecto a lo que está pasando. En total ¿Cuántos trabajos les llegaron este año?
-Este año postularon 1058 cortometrajes de todo el mundo de los cuales 68 quedaron seleccionados en la parte internacional y 40 nacionales, lo que da 108 cortometrajes que tienen la mayor calidad posible. Ahora, dentro de las categorías que mencionabas hay una novedad este año que es una nueva que se llama “Del corto al largo” que son estas películas que quedan siempre en el limbo entre  el mediometraje, sobre 40 minutos, y el largometraje. Este año se abre con cuatro obras, como para empezar a darles cabida a esos realizadores que con tanto esfuerzo hacen estas películas que no llegan a las salas por una cuestión comercial. Las cadenas no lo aceptan a menos que sean una  distribuidora como el Centro Arte Alameda que son súper jugados y le dan la oportunidad a estos realizadores, pero no podemos decir lo mismo de los Hoyts, Cinemark o Showcase que siempre van a dar cabida al cine comercial norteamericano. Este año se va a dar Lo bello de la pelea, un experimental de 68 minutos de John Urbano, de Estados Unidos, La tía Mima, una ficción de de 48 minutos de Sebastian Menegaz y Lucas Damino de Argentina, Aniceto, Razón de Estado un documental de 55 minutos de Guido Brevis de acá de Chile y Santiago tiene una pena, un documental de Felipe Orellana de 40 minutos. De alguna manera esto abre un nuevo ciclo en el festival y estos serán cuatro títulos históricos porque van a abrir esta nueva era para que todos los chicos que están haciendo ahora trabajos y que a veces les exigen en las escuelas hacer cortos de 15 minutos pero tienen material para hacer hasta un largo puedan participar. A mí me pasó con mi trabajo de tesis en el Arcos que teníamos para hacer un mediometraje y terminamos haciendo un trabajo de 12 minutos porque la exigencia era hacer un cortometraje y el resto del material se perdió y no vio la luz. Ahora con esta categoría, la gente que pueda hacerlo, tendrá una ventanita para mostrar sus trabajos.

Fensacor se extiende hasta el próximo lunes 26, hay una semana entera para ver buenos cortometrajes y también para participar, hay interesantes mesas de discusión a las 11 de la mañana en la Sala de Microcine de la Cineteca  y el 23 de octubre van a realizar una muestra de la Sam Spiegel Film School de Jerusalén.
-Esos son diez cortometrajes que cuentan con una curatoría especial de 60 cineastas y, a parte de realizadores, escritores y críticos, entre ellos Pedro Almodóvar, Andrzej Wajda, Theo Angelopulos, Paul Auster-escritor que también ha hecho cine- Héctor Babenco entre otros. En el fondo este trabajo es lo mejor que ha hecho la Escuela de Jerusalén bajo la curatoría de este lujo de directores contemporáneos, de alguna manera están trasvasijados a través de la mirada de esta gente que tiene el ojo muy agudo, que tiene los contenidos muy claros y saben que entregan estos trabajos al mundo entero. Es un lujo tenerlo acá porque en Sudamérica somos lo único que lo tenemos hasta el momento y será un estreno así que invitamos a todo el mundo a que vaya a verlo. Visiten la página  www.fesancor.cl

 Felicidades por estos 17 años de historia desarrollando el audiovisual desde el cortometraje y todas las libertades que permite este formato.
-Yo le hago una invitación muy formal a todos los chicos, a toda  la gente para que pueda ir con sus hijos y disfrutar de las cosas de animación, de los cortos experimentales, para la gente que le gusta el terror también hay cosas de terror que están muy bien hechas y está muy interesante la elección que se hizo para este año. Se hizo bastante dura la elección en términos de que en años anteriores habíamos tenido más pero ahora dejamos lo mejor de lo mejor para que la gente venga y nos dé su opinión para ir creciendo año a año. Aprovecho de agradecer a los auspiciadores que este año se pasaron porque se va a entregar el premio más grande de la historia de los festivales de cine en Chile que consta de la producción de un cortometraje evaluado en 40 millones de pesos, terminado completamente, con postproducción digital. Y este premio se queda en Chile, ojo, para realizadores chilenos. Hay un segundo premio que es el único que se le da a los oficios de cine en general. Desde el año pasado que lo hacemos así, a parte de la mejor película, el mejor director, estamos premiando la mejor dirección de arte, por ejemplo, la mejor fotografía, etc., oficios que no son muy premiados en todos los festivales.

Claro pero son los que finalmente sustentan a las mejores narraciones.
-Esto es muy importante, es el zumo de la película. Entonces este año se va a dar un premio al mejor sonido que consta de 10 mil dólares para hacer la postproducción del sonido de la próxima película de la persona que se lo adjudique.