FICValdivia 2019: Visión nocturna
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De Reseñas al cine chileno en el FICValdivia 2019


Armar un discurso cinematográfico desde el trauma es un desafío doloroso para quien construye, pero puede transformarse en un interesante ejercicio de empatía para quien mira.  El primer largometraje documental de la realizadora Carolina Moscoso se moviliza a partir de la violación de la que fue víctima, una noche en Papudo, casi una década atrás. Con material registrado cerca de la fecha del crimen y a la que se va sumando material más reciente, la realizadora va construyendo un relato en que intercala el proceso legal de denuncia y seguimiento del caso, con sus propias reflexiones acerca del hecho y sus consecuencias.

El resultado es una obra que cuestiona las pericias y el trato de los profesionales de la salud frente a una situación como ésta, relatando -por ejemplo- que la doctora que verificó las lesiones dos horas después de ocurrido el hecho se negó, inicialmente, a darle a la víctima la pastilla del día después argumentando que ella estaba contra el aborto. La idea de la «víctima perfecta» que va a saber como reaccionar y que decir para entregar los datos apropiados para la investigación, se contrapone con la realidad de una joven en shock, adolorida y asustada frente a una de las peores situaciones que le pueden suceder a una persona.

La propuesta sonora de esta cinta permite acercarse a los estados anímicos de quien relata, mezclando efectos sonoros con la música original compuesta por la reconocida cantautora Camila Moreno. El material audiovisual es irregular y, en algunos casos difícil de seguir, porque gran parte de él está filmado desde la intimidad de la realizadora, mostrando su cotidiano y poniendo especial énfasis en las escenas nocturnas registradas con la posibilidad que entrega el efecto de la cámara para filmar en la oscuridad, iluminando aquello que -naturalmente- aparece oculto en la noche. No es fácil ver Visión Nocturna, además de enfrentarnos a un hecho doloramente común del que no nos gusta hablar, pone al espectador a acompañar a la sobreviviente en el proceso ambivalente de enfrentar y cerrar esta etapa, a través de un discurso que en momentos es caótico y que da cuenta de la confusión y el trauma generado por un hecho que lo cambia todo.