MIENTRAS DUERME en la Cámara el proyecto de ley de protección a la industria cinematográfica nacional, las cámaras chilenas producen-pese a la escasez de medios técnicos y económicos-films de corto metrahe, a veces de notable calidad. Nuestro cine breve se está convirtiendo en prometedora etapa de entrenamiento, en espera del día en que puedan realizarse películas extensas.
El pasado viernes, un reducido grupo de periodistas y críticos, asistió, en el Teatro del Ministerio de Obras Públicas, en Morandé 71 (más de 200 plateas, 2 pisos), al estreno privado de dos films caseros, destinados a la exportación y que no se exhibirán en Chile Editadas con las narraciones en 6 idiomas (español, alemán, francés, italiano, holandés e inglés), el par de películas son nuestro primer anzuelo fílmico para estimular la inmigración europea.
Ambas películas “Colonización en Chile” y “Bienvenidos a Chile” duran 10 minutos cada una, y fueron filmadas en blanco y negro, sin engañador tecnicolor, con la intención de mostrar “ el rostro trabajador, modesto y acogedor de Chile”, huyendo de toda falsedad turística. Serán proyectadas como agregados en las salas de cine europeas, como icentivo gráfico para quienes quieren salir de Europa y desconocen la fisonomía de nuestro país. La dirige Fernando Balmaceda 34, casado, comenzó en el cine en 1945, filmó más de 30 cortos, varios en colaboración con Armando Parot, el cameraman es Sereto Bravo ( también arquitecto), y el sonido está a cargo de Jorge DiLauro.
El Ministerio de Tierras auspició la primera-“Colonización en Chile”-, y la distribuirá en las pantallas europeas el “Comité Intergubernamental para las Migraciones Europeas” (CIME). La cámara realiza aquí un compendiado paseo de más de 4 mil kilómetros para mostrar una imagen geográfica de Chile de norte a sur. Filmada desde un avión o desde una camioneta, de vez en cuando la cinta se detiene para mostrar los varios oficios de grupos de inmigrantes que ya establecieron aquí sus industrias y oficios.
“Bienvenidos a Chile” –auspiciada por el CIME-, muestra otro ángulo del problema. La cámara acompaña a una familia extranjera recién llegada. La sigue a través de Santiago y sus calles, hasta el Hogar del Inmigrante, en Quinta Normal, punto de llegada y antesala para el nuevo trabajo. Hay imágenes de Valparaíso, miradas rápidas a la industria “en la que se precisan manos hábiles extranjeras”, incursiones cinematográficas al campo y a la costa, filón inexplotado, que espera activas iniciativas de afuera. Tras la exhibición de los films, el director Balmaceda contestó así a varias preguntas de ERCILLA.
··· La sobriedad del Chile que presentamos, es premeditada. Queremos en lo posible que quienes vengan atraídos por los films encuentren un país mejor y más sonriente que lo que aquí se refleja.
··· No aparecen mujeres buenas mozas, ni exhibiciones estéticas en piscinas porque los inmigrantes varones vienen acompañados de sus esposas e hijos. Ellas, las esposas, son opinión importante en la inclinación conyugal sobre “a qué país ir”.
··· Tampoco se cita en el texto del narrador el hecho de que Chile es un país en que predomina la raza blanca. Las imágenes más elocuentes que las palabras así lo revelan.
