La Manufactura chilena “Nation Film” estrena hoy su primera producción: La Transmisión del Mando
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La Manufactura chilena “Nation Film” estrena hoy su primera producción

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La Transmisión del Mando Supremo 1920-1925, en caricaturas

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Hoy Lunes, en vermouth y noche, se estrenará en el Cine Alhambra, la primera producción de la “National Film”, casa cinematográfica chilena que se incorpora en esta clase de actividades nacionales después de sobrellevar ingentes sacrificios y vencer innumerables obstáculos.

La producción de nuestro referentes representará un verdadera record suramericano, pues, se trata de un cuidadoso trabajo de dibujos animados realizado por el notable dibujante chileno señor Alfredo Serey Vial, quien, después de incansable labor, ha dado término a la película dejándola en condiciones de competir con las de su género que nos llegan de Norte América.

La Transmisión del mando presidencial chileno, 1920-1925, pasará por la pantalla en forma artística y altamente patriótica, máxime si se considera que el autor señor Serey Vial ha dado a sus caricaturas una tendencia educativa y conmemorativa, digna de todo encomio.

Esta producción nacional, aparte de su gran valor artístico, tendrá para nosotros el mérito de reflejar en su argumento un pasaje de nuestra vida republicana de gran trascendencia, ya que la subida al poder del señor Alessandri representa para nuestro país la iniciación de un nuevo régimen de Gobierno, del cual se esperan mejores días para la patria. La popularidad de que goza nuestro primer mandatario, consecuencia natural de su inclinación a favor de la clase desheredada, tendrá en esta producción cinematográfica una oportunidad más para manifestarse con el vigor y sinceridad que acostumbran nuestros conciudadanos dar expansión a sus sentimientos de adhesión y simpatía.

Deseosos de informar a nuestros lectores de este nuevo paso de la cinematografía chilena, que la honra muy de veras, entrevistamos brevemente al dibujante señor Serey Vial.

–¿Quién le sugirió a usted la ida de hacer esta cinta?

–Nadie! . . . Como ví que nadie se preocupó de filmar una película de la ceremonia más esperada de todas nuestras transmisiones presidenciales, y siendo ya tarde, me resolví a hacerla en dibujos animados.

–¿Mucho se ha demorado en confeccionarla?

–Poco más de siete meses.

–¿Es muy larga la cinta?

–Alrededor de setecientos metros, dividida en dos partes y virados en diferentes colores, con dobles exposiciones y sencillas alegorías.

–¿Detalla todo la película?

–Todo no, propiamente: todo lo que en tal concepto hubo de interesante en la ceremonia, sin emitir los entusiasmos populares y las siluetas de los representantes extranjeros. En resumen, si no tropiezo con un público muy exigente que aprecie mi labor bajo un prisma de benevolencia –ya que siempre estas producciones nuevas adolecen de algunos defectillos insubsanables– creo que dejaré a todos satisfechos en cuanto a detalle.

–¿Confía usted en su éxito?

–Soy optimista por temperamento. El hombre debe ser así para triunfar. Lo contraria sería obra de retrógrados. Tengo, además, en este caso, la confianza de que mis compatriotas sabrán estimular la labor de uno de los suyos que ha hecho el primer trabajo de su índole en el continente. Por otra parte, la casa que ha filmado mi producción la compone un personal técnico genuinamente yanqui en sus iniciativas y poseo excelentes máquinas y estudios para filmar. Créame que de otro modo, no me habría atrevido . . .

Nos despedimos del señor Serey Vial, agradeciéndole sus palabras y deseándole un verdadero triunfo en su interesante trabajo cinematográfico.

 

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Nota: El texto ha sido transcrito respetando la ortografía que presenta el artículo original.