Estrenos: Isla de Pascua
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Huérfanos. Documental, dirigido por Jorge Di Lauro y Nieves Yankovic. Director de Fotografía: Sergio Bravo. Fotografía nocturna: Horacio Walker. Chilena, 1965.

La historia de esta película es larga y accidentada. La filmación misma se realizó tras largos preparativos, durante una visita de once días y medio a Isla de Pascua en el año 1961. Las dificultades económicas que hubo que vencer desde entonces para financiar el proceso de laboratorio y copias de la cinta habrían amilanado a una pareja menos decidida que el matrimonio Di LauroYankovic. Pero ahora, cuatro años después de la filmación, “Isla de Pascua” (57 minutos) llega al público, acompañado por “Andacollo”, un corto de los mismos cineastas.

La película tiene dos méritos señalables de partida: la buena fotografía en colores y su casi constante fondo musical de melodías y canciones pascuenses, grabadas en la misma isla.

En la parte inicial se produce una hermosa conjunción del paisaje, con la música y los restos de la civilización pascuense, impresionantes y hermosos. Paulatinamente se va incorporando a esta visión el pascuense contemporáneo, tanto en forma estilizada (la hermosa muchacha que cabalga), como en sus juegos y actividades más cotidianas.

Sin embargo, un material, que habría permitido un buen cortometraje de unos 25 minutos, se estira excesivamente. Un mejor ritmo cinematográfico en el juego de las imágenes habría evitado cierta reiteración y redundancia en la segunda parte de la película, ayudando a alcanzar el tono de poema cinematográfico buscado. Conceptualmente, parecería que la intención de “Isla de Pascua” fue mostrar la serenidad y placidez de la vida en la isla, tan diferente a la del mundo civilizado. Pero en ese plano hay que distinguir dos facetas: aquella, muy lograda, en que las imágenes hablaban por sí solas y otra que requería una mayor elaboración de parte de los realizadores y que no siempre estuvo en el mismo nivel. Faltó una mayor compenetración con el lugar y una formulación más precisa de los objetivos del film.

El texto del comentario es levemente pretencioso, pero se tuvo el buen sentido de reducirlo a un mínimo y dejar que la hermosa música narrara y creara el clima sin palabras.

A pesar de sus limitaciones, la película se ve con agrado. Es la única oportunidad que la mayoría de nosotros tendrá para conocer la Isla de Pascua y, si se consideran las dificultades que debió enfrentar esta cinta durante sus cuatro años de gestación, sus méritos bien pueden llamar la atención más que sus defectos.