La película más costosa realizada por Chile Films. Y con el astro más caro contratado hasta aquí por dicha empresa: Luis Sandrini, para cuyos recursos cómicos fueron confeccionados “ad hoc”, los diálogos y las situaciones del film. Sandrini repite el mismo personaje que ha creado en todas sus cintas anteriores -ese tipo que hace gala de desparpajo y expresiones lunfardas, pero sentimentalmente tímido-. Después de Sandrini, Jean de Bravura, el escenógrafo le “roba” la película a los intérpretes con los sets que diseñó para el caso, algunos de los cuales constituyen la nota artística del films, que no tiene por otra parte, pretensiones de tal, sino miras exclusivas a la taquilla. En tercer término, hay que destacar la excelente actuación de Guillermo Battaglia. Battaglia es el único de los intérpretes, juntamente con una negrita cuyo nombre no aparece en el reparto, pero tras la cual se van todas las miradas en el harem de las supuestas huries que se siente plenamente a sus anchas en tan oriental ambiente. No así Frontaura, que evidentemente no disfrutó haciendo su “enturbanado” personaje. María Teresa Squella y Chela Bon, agradables y discretas. Orrequia ajustado. Corona con poca opción para destacarse como en “La Dama de la Muerte”. En cuanto a la dirección de De Ribbon tiene una falla fundamental: la lentitud del ritmo que le imprime a todo el film, y que hace moverse a todos los actores dentro de cierta pereza que será todo lo oriental que se quiera, pero que no produce ese dinamismo esencial en las películas de carácter cómico.

En resumen: Un film de gran realización, pero con un director mediocre, que le dió una desesperante lentitud.

LUIS SANDRINI y María Teresa Squella, en una de las escenas finales del film que comentamos. Ambos se encuentran actualmente en México. El popular bufo ha sido contratado por la fabulosa suma de doscientos cincuenta mil pesos argentinos. En cuanto a María Teresa, hay que decir que el ambiente mexicano la ha recibido con mucho cariño. Es posible que Chela Bon, que pronto empezará a filmar “El guapo” para Chile Films y junto a Lucho Córdoba, acepta también un ventajoso contrato que le están ofreciendo desde las tierras de Pancho Pistolas.