Estrenos de la Semana: Hoy comienza mi vida
Películas relacionadas (1)
Personas relacionadas (1)

HOY COMIENZA MI VIDA.-Intérpretes: Lucho Córdoba y su Compañía.-Teatros: Central, Santa Lucía y Continental.

Un film interpretado por Lucho Córdoba esta llamado, por la sola presencia de este actor, a tener un éxito seguro. Para ir aún más a la segura, los productores de la V.D.B le han agregado varios nombres estales del teatro y la radio, canciones por Esther Soré y Julita Pou y un argumento en que hay cuanto cosa Dios imaginó: choques de trenes, de vehículos, escenas de cabaret, fugas de eamorados, melodrama en abundancia, escenas cómicas, orquestas sinfónicas, y una poetisa chiflada por añadidura. Todo este menjunje está llamado a tener el éxito de taquilla que los productores propusieron al confeccionarlo. Pero vamos por parte.

ARGUMENTO.-No podemos de ninguna agudeza mental al suponer que Gabriel Sanhueza hizo el argumento de este film amoldando sus situaciones al arte histriónico de Córdoba y pensando en los posibles elementos secundarios con que podían contar. De aquí que oscile constantemente entre la farsa, la comicidad y un sentimentalismo adecuado a ese tipo de personaje que Córdoba ha perfeccionado a través de su carrera; el pobre hombre un poco ridículo y de buen corazión, predestinado a que le suceda toda la suerte de cosas en la vida, pero que cae en la comedia, jamás en la tragedia. El argumento de “Hoy comienza mi vida” se compone de una serie de episodios diversos hilvanados y engarzados a través del hilo conductor del personaje central. En síntesis se trata de un músico que toda su vida se sacrificó por su hermano estudiante de medicina. El día que éste recibe y se compromete con la muchacha que quiere (Esther Soré) se marcha a “vivir su propia vida”. Y aquí comienza la tanda.

El diálogo es ágil y con efectos seguros para provocar la carcajada general del públuco

LA INTERPRETACION.-La mayoría de los intérpretes de “Hoy comienza mi vida” están ya fogueados dentro de nuestra joven cinematografía. Todos actúan ante la cámara con una soltura que hace suponer mucha mayor experiencia en este tereno de la que en realidad poseen. Por cierto, que toda las situaciones dependen casi exclusivamente de Lucho Córdoba quien explota toda su batería de trucos, gestos y actitudes. El personaje más ingrato es el que le ha tocado a Olvido Leguía porque debe mantenerlo todo el tiempo en un tono de farsa de alta tensión. El más simpático, dentro del film, el que hace Choly Mur. Se ve alfo gruesa, pero actúa con naturalidad y espontaneidad. Rodolfo Onetto muy bien en su cínico. Lo mismo Caicedo en su breve episodio de conductor del camión.

LA DIRECCIÓN.-También Eugenio de Liguoro ha recurrido a todos sus trucos como director para esta película. Aficionado a lo espeluznante-recuérdese que en “El hombre de la calle” nos brindó un terremoto-aquí pone un choque de trenes, otro de un camión con un auto y finamente, una pelea “a lo película del Oeste” entre Córdoba y Onetto. Esta última escena es la mejor lograda. La del tren nos asombra por tratarse de un film nacional. Pero no resistiría la comparación con una escena idéntica de un film norteamericano o argentino. Y a esto debemos tender definitivamente No a pensar en el cine nacional como algo que debe mirarse con una indulgencia especial, sino a exigir un nivel similar al de las producciones que nos llegan de fuera. Los decorados disparejos. Muy bien los de las escenas en la quinta de la poetisa. Son elegantes sin que parezcan “nouveau riche”. Bastante fotogénico el de la boite elegante. Muy hermosos los paisajes naturales tomados en Machalí. La fotografía, en general, excelente. Lo mismo el sonido.