UN ESTRENO PORTEÑO: “ESCLAVITUD”. LA MAS GRANDE PELICULA NACIONAL QUE SE ESTRENA HOY CON MUSICA NETAMENTE CHILENA.

Hoy en vespertina y nocturna, el Imperio estrenará la soberbia producción porteña “Esclavitud”, película hecha con verdadero arte y gusto artístico, filmada y desarrollada en Valparaíso y Viña del Mar, por eso a estas dos ciudades les toca hacer de esta producción, la favorita, para así alentar a los entusiastas dirigentes de las compañías cinematográficas, que con todo ahínco han ido en este puerto elaborando el material que luego Valparaíso entero ha aplaudido.

Reclinada, como una mujer hermosa en un rincón de la costa del Pacífico, está la ciudad jardín, Viña del Mar.

Dijérase incrustados, como brillantes millonarios en las espaldas del mundo Jirones de Biarritz, Niza, Atlantico City o Monte Carlo.

Es aquí donde se desarrolla nuestra leyenda, junto a la playa en el palacio de piedra de los Mac Auliffe Amenábar.

Gruesas cadenas le circundan; macizas puertas le protegen, es que en la penumbra de sus dormidos aposentos el linaje y el orgullo muere esclavizado, al contacto de nuestro siglo.

Cerca de este palacio, eleva su figura imponente un castillo exótico, habitado por una dama misteriosa la condesa Camila de Avellaneda, en cuyas pupilas se trasluce un reflejo misterioso de su vida pasada.

Le acompaña una amiga, Mademoiselle Lulú, que acaricia aún, en sus ojeras profundas, las noches de París y Monte Carlo.

Unicamente le sirve un chino: Lui Ming, que, como todas las razas orientales es servil y solapado como los reptiles.

En el palacio de los Mac Auliffe Amenábar se desarrolla una tragedia.

Rubén el hijo mayor, sobre el que se piensa confiar para más tarde la gloriosa tradición de la familia, se ha descarrilado.

Ciertas circunstancias y ciertas convicciones personales le han hecho perder el rumbo de su vida aristocrática, sin que lo sepa su padre.

Don Enrique Mac Auliffe, su padre, lo había hecho estudiar leyes, esperanzado en que un día legara al Parlamento para que continuara la obra que él no terminó merced a sus adversarios políticos y a su cansancio de luchar. Pero Rubén, no está de acuerdo con la político y se dedica al box, llegando a ser, secretamente un gran boxeador. Por desgracia la familia lo sabe y le exige que abandone el ring, Rubén le niega y es arrojado entonces de la casa y desheredado en seguida.

En vano el hijo le pide que le comprendan, pero la familia se muestra inflexible: “No podemos permitir plebeyas inclinaciones en el palacio que ha mirado siempre hacia las cortes europeas”.

La obra sigue su curso, apasionante y de enorme poder dramático salpicado de escenas de interés, como son matches de box, aventuras, peleas a bordo de una vieja chata que cobija a los restos malvados del mar que viven reclinados entre los maderos carcomidos de esos gigantes de los mares, barcos solitarios que recuerdan surtos en la bahía, los esplendores de un pasado lejano.

Y así entre escenas de luchas y un bello poema de amor, que es el que triunfa, se presenta la segunda grandiosa producción porteña, la primera de este año y que será un éxito ruidoso.

La orquesta del Imperio ha seleccionado para el estreno de esta producción porteña, un selecto repertorio de la música chilena que ejecutará bajo la dirección del señor Bernardo Cruz, con el siguiente programa:

Cueca chilena. –F. Guzmán.

¡Gloria! ¡Victoria!, –Marcha, Pérez Freire.

Maldito tango. –Pérez Freire.

Recuerdo- -Melodía. Enrique Soro.

Lucero. –Shimmy, Isolina Cornejo.

Sonata en Re. –Humberto Allen de.

A naide he querido tanto. –Tonada, Pérez Freire.

La tranquera. –Triste, Pérez Freire.

Los copihues. –Canción, Sepúlveda.

El delantal de la China. –Tonada. –Pérez Freire.

¡Ay, Ay, Ay! –Canción. – Pérez Freire.

Mujeres y flores. –Shimmy. –O. Aliaga.

Terpsicore. –One Step. –O. Aliaga.

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 Nota: El texto ha sido transcrito respetando la ortografía que presenta el artículo original.