En cine nacional, los críticos de arte premiaron a Pedro Chaskel por su corto metraje “Aborto”.

Peter Chaskel llegó a Chile desde Alemania, a los seis años. Hizo sus humanidades en el Liceo Aplicación y estudió un año de Construcción Civil, otro de Psicología y cuatro de Arquitectura, antes de llegar a los cursos de cine dictado por Rafael Sánchez, S. J., en la Universidad Católica.

Ahora es director de Cine Experimental y Cineteca del Departamento Audiovisual de la Universidad de Chile (“¡Qué título tan largo!, por eso no uso tarjeta de visita”, dice).

-En mi caso, no hay una vocación casi mística hacia el cine, sino algo gradual –confiesa-. En Alemania era del tipo de niño que se llevaba al cine a ver a Shirley Temple una vez cada tres meses, y nada más. Cuando comencé a hacer cine me dije: «Lo que veo es tan malo; si estudio, ¿por qué no podré hacer algo mejor?». Así es uno, optimista en general, pero cuando se enfrenta con algo excepcional, se deprime.

«EMPECEMOS DE CERO»

Conoce su oficio, sabe cómo se ha formado y hacia donde va.

-No digan que me hice en los cursos del Fílmico –pide-. Eran excelentes, pero servían sólo como toma de conciencia. Una escuela de cine es siempre un problema. Parece que las polacas y checas son las únicas que combinan bien la teoría con la práctica.

Hombre inquieto viajó a Europa y asistió como alumno libre a los cursos del Instituto de Estudios Cinematográficos de París; luego comenzó sus trabajos hasta llegar al cargo directivo que hoy ocupa, con un equipo de dos colaboradores: Luis Cornejo, jefe de producción, y Héctor Ríos, fotografía.

-Se habla mucho del gran cine mudo nacional. Es cierto, existió. Pero nada significa para nosotros –dice-. El aspecto técnico lo dan los films extranjeros que aquí vemos, y en cuanto a un lenguaje nuestro, tenemos que partir de cero. El panorama no es muy claro, por eso encuentro cruel formar nuevos cineastas si no tienen campo de acción en su propio país.

ESTE ES MI TRABAJO

Peter Chaskel ha tenido una dura jornada en este año. Lejos quedaron sus trabajos para la TV, a la que considera en estos términos:

-Existe, es un hecho; la televisión no pasa de ser entretenimiento. Cuando el teleespectador conecta su aparato sólo buscan que lo diviertan.

En 1964 intervino en la realización de Aquí vivieron, documental sobre las excavaciones arqueológicas realizadas por el profesor Jean Christian Spahni en el litoral norte de Chile, junto a la desembocadura del Loa.

Le correspondió compaginar El Analfabeto, de Helvio Soto, en coproducción de la U. de Chile con el propio director. Igual hizo con Ana, del mismo autor. Intervino en la realización y montaje de Erase una vez, en blanco y negro, 35 mm y sonido óptico, film que ganó una Mención en el Primer Festival de Cine Independiente Latinoamericano de Montevideo, 1965. Su trabajo más completo fue la dirección y montaje de Aborto, en blanco y negro, 35 mm, 27 minutos de duración, sonido óptico, producida por la Comisión de Medicina Preventiva de la Universidad de Chile y Cine Experimental de la Universidad de Chile.

El film está realizado para prevenir a las mujeres, especialmente de pocos recursos, de los peligros de interrumpir la natalidad por métodos reñidos con la medicina. Sin sensacionalismos, logra en forma plena su objetivo. Subáis la duda de si, por su tema, se exhibirá comercialmente, pero existen ofrecimientos de distribución y es muy posible que pueda llegar a todo el público.

PELÍCULA POR ENCARGO

-¿Qué opina de su film?

-Se me encargó hacer un film con determinado tema y, además, con una idea central. Esto es una limitación. Pasé varios días quebrándome la cabeza, para salir adelante en forma airosa.

En el film, una mujer que ha recurrido al aborto, es guiada por un consultorio médico hasta encontrar una solución a sus problemas. La filmación se realizó en exteriores y la interpretación femenina estuvo a cargo de Sara Astica.

-Encontrarla fue como sacarme el gordo –dice Chaskel-. No fue necesario repetir ninguna escena a pesar de que era mi primera experiencia con actores. Supo comprender el personaje desde el primer instante. Su actuación retenida, sin excesos, la señala con un enorme porvenir en el cine. Rubén Ubeira encarnó al marido.

Los personajes reales que intervinieron en la realización de Aborto también tuvieron una destacada participación… ¡al no dar importancia al hecho de ser filmados!

-Quienes ven la toma del consultorio han pensado que tengo ciertas cualidades para mi oficio –cuenta Peter Chaskel-. La verdad es que no soy un buen director, sin un director con buena suerte. Trabajamos en el sitio real: un consultorio. Sara Astica realizó todas sus evoluciones, y nadie, absolutamente nadie en el lugar, nos dio una mirada. Todos pensaban en sus propios problemas y la escena resultó de un realimos lógico.

«Tengo buenas proposiciones para el 66 –dice Chaskel-, y ninguna esperanza para descansar estas vacaciones. Deberé trabajar en la compaginación de El angelito, primer trabajo como director de Luis Cornejo. Aquí se presenta un grave problema para la compaginación: hay diálogo directo de los personajes. Sobre los demás planes, prefiero no hablar. Es un mal del cine nacional, o mejor, de las personas aisladas que tratan de hacer un movimiento, el tomar por hecho lo que es sólo una posibilidad».