Crítica Cinematográfica

Esto de hacer crítica cinematográfica, tiene, como todo en este mundo, sus inconvenientes, y entre ellos no es el menor el punto de vista diametralmente opuesto de que parten para su juicio, el público y el crítico.

Este ve las películas, generalmente, en un pequeño saloncito privado en cada una de las casas que representan a las grandes empresas cinematográficas  extranjeras en nuestra capital. Casi siempre el crítico está solo, y como no hay allí ni espectadores, ni música, ni luz, su atención se concentra única y exclusivamente en el diminuto cuadradito de luz, donde se proyectan las películas, sin más sincronización musical, que el ruido de la máquina manejada por el operador.

Lógicamente, el crítico se interesa más profundamente en el argumento y en los detalles por cuanto no hay nada exterior que distraiga su atención o divida sus sensaciones. En cambio, cada espectador va al cine más por paseo, por ver a alguien determinado, o -confesémoslo sinceramente- por no tener nada mejor que hacer; entonces, entre saludar a los conocidos, ver si esta la Fulana o la Zutana, el deslumbramiento de las luces y la evocativa armonía de la música, la atención tan diversamente atraída se diluye, se divide y se reduce a su más mínima expresión, a menos de que la película sea de un interés verdaderamente extraordinario, lo que no es demasiado común.

Hecha esta salvedad para explicar la disparidad de opiniones y juicios que suelen resultar entre el espectador y la crítica, entramos a nombrar algunas de las producciones próximas a estrenarse.