Cinematografía nacional (Ideal y carne)
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“IDEAL Y CARNE”. – VISION DE ARTE Y LUJO EN SIETE ACTOS. – UNA OBRA INTERPRETADA POR ARTISTAS DE LA COMPAÑIA SERRADOR MARI

Otra vez es Valparaíso la productora. El Puerto se ha adelantado a Santiago en materia de actividades cinematográficas. Ha presentado éxitos tan rotundos como “Un grito en el mar” y ahora prepara su nuevo gran suceso, “Incendio”, de del Mudo, película que todos esperamos. Pero en esa competencia febril que hace de la vida de Valparaíso una agitación constante, ha surgido un capitalista que piensa que la película debe hacerse a todo lujo, o sea, sin escatima detalles, y un director que cree que ya es tiempo de dar en Chile la obra cualitativa, es decir, la obra que se aleje de la orientación que parece estar guiando el cine chileno y que lo está asemejando demasiado al argentino. Este director ha hecho últimamente la cinta de arte y de tesis, “Ideal y carne”.

Es el empresario que ha resuelto hacer cintas dentro de todas sus exigencias, el señor Vittorio Crovetto y es el director el autor teatral y periodista don Luis Rojas Garcés.

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Rojas Garcés no ha logrado, por su extremada juventud, dar su obra definitiva; pero en todo momento, se ha distinguido por sus anhelos de hacer obras de trascendencia y de aportar al acervo del teatro americano, obra definida. Entre sus comedias recordamos “Magdalena”, que fué un éxito rotundo y “Hembra”, informada dentro de los cánones del teatro francés y que logró las mayores y más apasionadas apreciaciones de la prensa y del público, imponiéndose, por fin, a la consideración de todos. Como se ve, Rojas Garcés es un luchador que tiene la eterna idea de innovar y de trabajar a fondo.

Miguel Moya, el distinguido galán español, Teresa Serrador Mari, Isaura Gutiérrez, que tanto se distinguió en “Un grito en el mar”; Elías González, el conocido periodista, director de “La Estrella” de Valparaíso; María Quezada, la característica de Evaristo Lillo, y la hermosa bailarina señorita Conchita Soria, son los intérpretes principales. Como se ve, han sido bien escogidos.

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Los escenarios

Se ha escogido con gusto artístico y especulativo; entre ellos figura el palacio de don Juan Braun, de Viña del Mar, que es una maravilla y que se considera el mejor de ese balneario, y el del doctor Sepúlveda, que también es suntuoso. Entre los escenarios naturales, están el camino de Concón, donde ocurre una rodada terrible de automóvil, El Recreo, El Camino de los Gringos y las rompientes de Playa Ancha.

Los interiores fueron regiamente puestos por la Casa Morrison y se utilizaron los muebles que Morrison construyó especialmente para el uso del Príncipe de Gales. También hay la simpática nota que podemos considerar de actualidad, y que presenta el Sporting Club en el día del clásico Derby, que ganó Anastasio.

Está verdaderamente bien tomada la carrera y gustará a nuestro mundo hípico presenciarla.

Jamás se ha presentado en Chile, dijo la directora de la Rosario Film, que hizo el acierto “Malditas sean las mujeres, escenarios puestos como estos, si no se le pone a esta cinta el rubro de chilena, nadie la identificará; está puesta con una elegancia desconocida entre nosotros”. Esta opinión vale por más, de cuatro comentarios.

Prescindiendo de la tesis y del argumento propiamente dicho de la obra y que puede condensarse en pocas frases que serían éstas: “En la vida moderna, el dinamismo propio de la agitación actual, no nos permite ver sino después de recios sacudimientos, nuestros verdaderos sentimientos espirituales, el materialismo ahoga todas nuestras ideas y anhelos en una racha de realidad que solamente puede despertar el sacrificio de un ser querido. Y como el héroe ruso Zanin, vemos que nuestras ponencias nos llevan hacia lo agradable, desentendiéndonos de los elementos sentimentales en provecho de nuestra alambicada alma”. Así juegan los personajes de esta obra; son reales hasta justificar el tiempo y la orientación enferma de nuestra época. Y sus quimeras se deslizan en ambientes encantados de lujo y placer. Bellas mujeres destilan el perfume de sus ofrendas, bailando danzas embrujadas y jugando al único juego eterno: el amor bajo todos sus aspectos.

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El tipo de hombre vencido es el artista que necesita de un sacrificio para encontrar la inspiración. Ahí está su taller de escultor al lado de su modelo, ideando la obra inmortal; pero la modelo es mujer y pone dolores en su vida, dolores que caen directamente sobre una hermanita buena del artista, y la vida consigue con su cortejo de traiciones, hasta culminar en el triunfo del realismo egoísta, que prescinde de todo para buscar su propia satisfacción.

Hay escenas en la intimidad del taller del escultor y se le ve trabajando ante el modelo vivo y palpitante. Debemos hacer un paréntesis; esta cinta tiene desnudo; se dice que la censura trata al material nacional con un rigor inusitado; nosotros preguntamos: ¿el desnudo de las obras nuestras es más pecaminoso que el de las extranjeras que vienen con mucha frecuencia? Creemos que no y sabemos que los miembros de la censura santiaguina son personas del más amplio criterio que de ningún modo querrán quitar al cine chileno un recurso que se le deja al extranjero.

Esta es, en síntesis “Ideal y Carne”, la cinta chilena que nos presentará una de las principales salas de estreno de la capital. Representa un gran esfuerzo y nuestro deseo es que el éxito económico les compense en algo lo que han hecho por la dignificación de nuestro cine.

Ya que es muy difícil competir en lujo con esas embriagantes visiones que hace Paramount, por ejemplo.

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