Un actor: Lucho Córdoba y un tipo cómico-sentimental se segura eficacia en el cual se ha especializado han servido a los Estudios V.D.B. para hacer la película “Hoy comienza mi vida”.

Se repite el caso de “Un hombre de la calle” enfocando otro matiz del tipo y, rodeándolo de circunstancias semejantes, de recursos técnicos similares, la sucesión de episodios de la vida del pianista Juan Delmonte, logran dar una impresión de unidad que reemplaza al argumento.

Es un hábil escamoteo en el cual el público repara solo cuando se dispone a contar el desarrollo de la película. Entonces se da cuenta que no existe una continuidad de acción, un hilo conductor y que recuerda sólo ciertas escenas que no guardan relación entre sí.

¿Defecto?¿Bondad? Ambos criterios para apreciar la nueva producción V.D.B. son disentibles, teniendo en consideración sus resultados: la cinta logra agradar e interesar, a pesar de que el espectador se pierde a veces a lo largo de su desarrollo

Se nota que la dirección de “Hoy comienza mi vida” no ha tenido pretensiones de realizar una obra de arte y se ha limitado a entregar una cinta que satisfaga a un público medio, poco exigente, en busca de un éxito comercial que sirva de base a futuros rodajes. La intención no puede ser más plausible, pues es el camino que se debe seguir para que el cine nacional logre imponerse en el mercado y con el tiempo llegue a ser una industria remunerativa que facilite el advenimiento de la obra de arte.

Ya se advierten en “Hoy comienza mi vida” atisbos de ella; se han corregido muchos defectos, permanecen otros y surgen nuevos, pero puede afirmarse con satisfacción que hay detalles en esta cinta dignos de tenerse presentes en próximos trabajos, porque cusan afán de perfeccionamiento. Si hiciéramos un análisis minucioso de esta película nos veriamos en la dura necesidad de reconocer que sus defectos son más numerosos que sus aciertos: resultaría una crítica negativa que, en este caso particular, sería injust porque lo bueno de “Hoy comienza mi vida” logra borrar la mañana impresión de sus descuidos. La fuerza de la nueva producción V.D.B. reside en el cuadro de intérpretes: es la primera vez en el cine chileno que se hace un reparto con inteligencia y se asigna el papel adecuado a cada temperamento.

Eso ya es un punto de partida que permite augurar futuros aciertos. La fotografía, el sonido, el ritmo dinámico y la música, completan el buen efecto de “Hoy comienza mi vida”.

En cronicas sucesivas nos ocuparemos de cada uno de estos aspectos, que merecen ser destacados, comenzando por la intrpretación.

Pero, finalmente, anotaremos también sus defectos con el propósito de que los productores acojan nuestras observaciones con buen espíritu y traten de evitarlos en adelante.

EL TRASPUNTE INDISCRETO